31 marzo 2011

Historias mínimas del Temple Bar

Barrio del Temple Bar

Lunes, 28 de marzo de 2011, 18:15. Pub Gogarty’s, Temple Bar, Dublín.

Un personaje calvo y con gafas se pide una Bulmers en la barra, atrapa una banqueta libre y se coloca en una de los barriles que hacen de mesa para prestar toda su atención a una pareja de músicos en edad de jubilación que rasguean sus guitarras con versiones, no picantes sino pornográficas, del Wild Rover y otras 'drinking songs'. Pasados unos minutos, una rubia cuarentona, como diez años mayor que el calvo, apretada en carnes y vestimenta cuatro tallas más pequeña, se agencia otra banqueta y se le coloca al lado mientras sujeta con un equilibrio inverosímil una copa de vino que milagrosamente no acaba en el suelo.

El calvo la examina estupefacto y ella le devuelve la mirada con unos ojos más tintos que el mismo mosto. Desde el inicio, la rubia empieza a aplaudir y a canturrear en voz alta los temas del dúo irlandés hasta el punto de que sus frases resuenan más que las de ellos. Y, conforme éstos desgranan todo su repertorio, la rubia, da buena cuenta de las copas de zumo de uva destilado que los camareros le suministran. El furor de la chica de cabellera dorada crece en proporción inversa al nivel de líquido de sus consumiciones y en un momento dado, alcanza a convertirse en la sensación del local, ensombreciendo a los mismísimos músicos. A todas estas, el calvo aguanta el chaparrón como puede, pegado a su asiento, tratando de no hacer movimientos bruscos y concentrado en parecer invisible, sin embargo, tras un apoteósico y celebrado final de uno de los temas del 'trío' musical, la tormenta rubia vuelca su mirada sobre la mesa con expresión de grave enojo, gira sus ojos hacia el calvo, vuelve a examinar la mesa, luego al calvo, luego la mesa...y por último, en voz muy alta, le espeta: "¿dónde coño está mi copa?". Éste mantiene la compostura: "está ahí mismo, delante de ti". La rubia localiza la copa, se tranquiliza, la pesca, se echa un trago y vuelve a concentrarse en la música. El calvo suspira aliviado mientras unas gotitas de sudor resbalan por su frente, pero pasados unos breves segundos, la cuarentona se voltea de nuevo y ocurre lo inevitable: "oye,...¿te puedo preguntar de dónde eres?". El calvo hunde sus ojos en la sidra y titubea: "soy...soy es..español". La rubia no se conforma: "¿estás de vacaciones en Dublín?". Recibe una corta respuesta: "Sí, más o menos". Ella vuelve a la carga: "¿cuándo viniste?" El calvo intenta simular que no la ha escuchado pero la rubia insiste:"¿te vas a quedar mucho tiempo?, ¿vives en España?". Los músicos acaban de terminar un tema y el tono alcohólico y estridente resuena en todo el pub, a estas alturas, la mitad de la clientela está pendiente de la conversación. El calvo mira y remira su pinta de Bulmers aún por la mitad y se resigna: "me voy a quedar un par de semanas por aquí y no vivo en España, en realidad, vivo en Irlanda". La rubia vuelve a zumbarse otro trago y con las pupilas perdidas en algún punto indeterminado de la cara del calvo, intenta continuar con el diálogo: "¿en qué parte de Irlanda?". Los músicos reanudan la actuación y el calvo contesta con pereza: "…en West Cork". La rubia se despierta como se le hubiesen dado un pellizco y exclama: "¡Yo también soy de Cork!". El calvo se queda paralizado en su banqueta y mueve la cabeza de un lado a otro despacio en una expresión que se podría traducir como 'me cago en mi puta estampa'. La rubia se desmelena: "¡Síííííí!", se pone de pie como puede y le grita a los músicos: "¡Hey, chicos!, ¡tocad 'The mad woman of Cork'!, ¡Yihaaaaaa!...¡Ooooewwwahhhh!! Se desploma, pero con la buena suerte de que sus posaderas volvieron a dar con el taburete para quedarse otra vez sentada. Los tipos empalidecen del susto y amagan con interrumpir la canción que llevaban entre manos, pero al final continúan. Algunos aplauden y la rubia que se encuentra ya en un estado de euforia incontrolable, crecidísima, hace otro intento para incorporarse de su asiento y lo logra, se bambolea un poco sobre sus piernas y parece que se va a derrumbar de espaldas, pero busca un apoyo rápido con la punta de las uñas de los dedos de una mano y se aferra a la madera evitando la caída. Todos están pendientes de ella: el calvo, los músicos, los camareros, la clientela, pero el sentido del ridículo no se inventó para esta mujer; en dos pasos cortos se acerca a nuestro personaje secundario, el hombre sin pelo y con gafas, lo arrincona entre su propio cuerpo y la mesa, le coloca una garra en el hombro y en la voz más baja de la que es capaz le suelta: "Oye, he bebido demasiado, pero no estoy borracha, ¿vale?...discúlpame, voy un momento al baño, ...en seguida vuelvo, no te vayas, ¿ok?" y le guiña un ojo. El calvo la mira espantado pero disimula con un gesto de alegría forzada, espera a que desaparezca, apura en cuatro buches supersónicos lo que le queda de la sidra y sale disparado hacia la puerta como alma que lleva el diablo mientras le parece escuchar que a sus espaldas el respetable estalla en carcajadas.

27 marzo 2011

Resaca del Festival de San Patricio

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El domingo pasado se clausuró el Festival de San Patricio de Dublín y lo cierto es que después de una una semana, el tema queda un poco añejo, pero cómo saben he tenido (y tengo) problemas con internet en mi residencia temporal de Dublín por lo que no he podido postear antes, sin embargo, quería plasmar mis impresiones sobre el festival, aunque por esta vez lo haré de una forma brevísima.

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En resumen, durante los cinco días de vida de este evento festivo, la ciudad se disfrazó un pelín de Edimburgo y las calles bulleron de actores, músicos, comediantes, payasos, concursos, atracciones, deporte, juegos, ciencia, literatura, y un largo etcétera de actividades tan diversas que resulta absolutamente imposible aburrirse. Y lo que queda después de todo el trote es un poco de cansancio, bastante resaca, pero sobre todo permanece la sensación de que el tiempo se exprimió a tope y en definitiva de haber disfrutado al máximo.

 

Les dejo con un video de música (una de mis grandes debilidades dentro del festival) que está grabado en el Centro Comercial de Powerscourt. La calidad no es buena y el sonido es peor, pero para los que no lo conozcan, se pueden hacer una idea del famoso ‘stepdance’ irlandés. Aparte de algunos músicos invitados y otros improvisados que se unieron a la sesión, aquí aparecen el grupo de violines Fidil y el bailarín Seosamh Ó Neachtain.

 

Este video conseguí subirlo después de varios días intentándolo e innumerables tentativas fallidas.

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No quiero finalizar sin nombrar un pequeño ‘off topic’, pero que tuvo algo de relación con el festival, o tal vez, sería más adecuado considerar que lo complementó y fue el partido del 6 Naciones en que Irlanda arrasó a Inglaterra y que sigue aún coleando en las tertulias callejeras.

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¿Sabían que la marca deportiva Nike daba por hecho la victoria de Inglaterra sobre Irlanda y por lo tanto habían grabado un anuncio en el que celebraban la consecución del Grand Slam?

 

 

Este es el video….¡Tremendo Epic Fail!


18 marzo 2011

San Patricio 2011–El desfile de Dublín

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Mejor me dejo de resúmenes soporíferos y directamente les dejo algunas de las fotos tomadas durante el desfile. No son demasiado buenas pero era complicado hacerse con una buena posición entre los casi 600.000 componentes de la marea verde que tomó las calles de Dublín.

Ya se podrán imaginar, desde el inicio en Parnell Square hasta el final en la St. Patrick’s Cathedral, las avenidas fueron tomadas por  leprechauns, hadas, bailarines, bandas de música, majorettes, actores, comediantes ,inverosímiles ingenios mecánicos y mucho, mucho colorido.




Por primera vez en la historia de esta celebración hubo un motivo inspirador como temática central  basándose en los personajes del cuento ‘Brilliant’ escrito por el autor Roddy Doyle para la ocasión y que además forma parte de los actos organizados para festejar la designación de Dublín como Ciudad Literaria por la UNESCO, (sumándose así a Edimburgo, Iowa y Melbourne, que también ostentan este título).

Visualmente esto se tradujo en numerosos elementos metafóricos, con evidentes reseñas a Orwell y también a Animals y The Wall de Pink Floyd.

Nada, que no me enrollo más…aquí van las fotos:

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La multitud agolpada en el O’Connell Bridge sobre el río Liffey.



 

 

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Dame Street. La semana pasada los peores pronósticos auguraban nieve para el día de San Patricio, pero como pueden ver, sol y tiempo apacible. Una auténtica gozada.

 

 

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Finalmente me posicioné en la misma Dame Street, cerca de la Christchurch Cathedral. La lucha por el territorio fue feroz, pero por último me agencié de una porción de unos 30 centímetros cuadrados en el alfeizar de una ventana desde la que aguanté como un campeón hasta que se acabó la cabalgata.

 

 

Todo verde…Verde en la calle, verde en las ventanas

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Algunos detalles del desfile:

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El perro negro representa la recesión y juraría que en el lomo iban montados Imelda May y su banda actuando en directo.


 

 

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¿Soy yo el único que ve en este cerdo un guiño a Pink Floyd?

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La gran mayoría de figuras gigantes que desfilaron, tales como perros, cerdos, pájaros, osos y demás animales, eran completamente articuladas y con gran variedad de movimientos, lo que añadía gran realismo a las representaciones.

 

 


Y así terminó quizás uno de los desfiles de San Patricio más importantes de los miles que se celebraron ayer por todo el mundo. Patriótico, aunque mucho menos de lo que me esperaba, pero sobre todo, creativo, divertido y concentrado, duró exactamente una hora, ni breve, ni empalagoso, sino bastante equilibrado.

 

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Y al final de la procesión, la turba de sombreros verdes se dispersó poco a poco,…pero no volvieron a casa, no…simplemente se separaron para unirse de nuevo y continuar la fiesta en otros lugares más cálidos y familiares, no hace falta ser un lumbreras para saber de lo que hablo, ¿verdad?

14 marzo 2011

La fuente del 'agua de vida' - Destilerías Jameson

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La destilería más grande de Irlanda se encuentra en Cork, concretamente en Midleton a unos 20 Kms de la ciudad. En esta ‘fábrica’ no sólo se produce el whiskey más conocido del país, el Jameson, sino  que se destilan otras marcas de whiskey irlandés: el Paddy, el Powers y alguno más.

El mes pasado, aprovechando que estaba por la zona, me acerqué al pueblo y visité las instalaciones, en realidad, sólo la parte dedicada a los turistas, los edificios donde se encontraba la destilería original y que han sido restaurados para el disfrute de los visitantes. Del pueblo de Midleton hablamos en otro momento, si es que me llego a acercar por allí de nuevo, porque sinceramente, aunque las calles lucían interesantes, no les dediqué ni un mísero minuto y fui directamente al grano (de cebada destilado).

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La historia del whiskey Jameson se remonta al año 1780 en que un personaje llamado John Jameson funda en Dublín su propia fórmula de ‘agua de vida’, aunque un detalle que no les hace mucha gracia a los irlandeses y es que el patriarca del Jameson era ¡ESCOCÉS!, además se da la circunstancia de que estaba emparentado con los Haig (los del whisky John Heig de toda la vida). Parece ser que si te dedicas a este negocio, llamarse John o Juan es sinónimo de éxito.

La ‘Old Destillery’ de Midleton  se construyó en el año 1867 y estuvo activa hasta 1975. A partir de entonces, el whiskey se destila en los edificios adyacentes, quedando la Vieja Destilería como museo y centro de visitantes.

 

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A pesar de producirse en Cork, el whiskey Jameson se sigue considerando dublinés y allí, en la capital, tiene su propio museo (el cual no he visitado, pero supongo que debe ser bastante parecido al de Midleton).

Lo más gracioso es que en Midleton, que es donde está la ‘Vieja Destilería’, se le da el nombre de The Jameson Experience y el centro de visitantes de Dublín, en cambio, es conocido como The Old Destillery. Lógica típicamente irlandesa.

Pues nada, volvemos a Midleton y su Jameson Experience en la Old Destillery. La entrada cuesta 13.50 €, que así, a primera vista, parece un poco caro, pero luego resulta un recorrido bastante aprovechable.

Para empezar, un video introductorio y luego un tour guiado. Por unos instantes creí que iba a ser el único visitante, algo por otra parte, no sería demasiado extraño ya que en febrero no creo que se acerquen muchos turistas por esta zona, sin embargo, en el último momento se unieron un grupo de cuatro ingleses ‘ángeles del infierno’ de los auténticos. Y con lo de auténticos me refiero a que seguramente serían de los que fundaran el movimiento, porque los moteros encuerados pasaban todos de los setenta. Menos mal que se añadieron, porque estaban ‘enralados’ como chiquillos e hicieron más ameno el rato dentro de la destilería.

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Durante más o menos una hora, una chica de voz mono tono y mono volumen nos condujo por todos los recovecos de los distintos edificios y nos explicó la historia de aquellas paredes y cómo no, el arte del destilado de whiskey.

 

 

Maquetas mecánicas, algo de maquinaria real y una buena ambientación provoca que uno se sumerja fácilmente en la atmósfera de aquellos tiempos….desde molinos, almacenes y malteadoras hasta la noria gigante movida por las aguas del río Dungourney, todo cuidado hasta el más mínimo detalle.

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Quitando las degustaciones, uno de los puntos fuertes del recorrido es la sala donde descansa el alambique de whisky o (pot-still) más grande del mundo.

Ya no encuentra en funcionamiento, pero su capacidad es de 32.000 galones, o, en cristiano, 144.000 litros, para que se hagan una idea de las dimensiones de este tremendo coloso de cobre.

 

 

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Otro rincón de interés es la bodega donde se explica visualmente el madurado del whiskey. A través del vidrio se puede comprobar como con los años el líquido se va tiñendo con los taninos del roble de los barriles y también como con el tiempo, el contenido se va evaporando (encareciendo el producto final) – Uno entiende un poco las clavadas por consumir un reserva.

 


Durante la visita se nos recalcó bastante el hecho de que el whiskey irlandés no era tan famoso como el escocés debido a una serie de ‘coincidencias’ históricas: la simultaneidad de la ‘ley seca’ americana con la guerra irlandesa hizo que las exportaciones se interrumpiesen y que muchas destilerías se viesen obligadas a cerrar. Sobre principios de los 30 cuando la ley se derogó, ya no quedaban casi existencias de whiskey en Irlanda. Considerando que los escoceses durante ese tiempo no habían dejado de producir y que la maduración del líquido requiere algunos años…para cuando se volvió a destilar whiskey irlandés, los Scotch ya tenían dominado el mercado.

La chica que hacía de guía, sin embargo, se cuidó mucho de no hacer énfasis en la nacionalidad de John Jameson, ni en el hecho de que la marca permanece ahora en manos francesas después de que la multinacional Pernod Ricard la sometiera a una opa en el año 1998, pasando a formar parte de otras firmas de bebidas alcohólicas en poder de este grupo tales como: Chivas Regal, Malibu, Absolut Vodka, Beefeater, Tía María, Ballantine’s, Havana Club, etc…(¡cuánta nostalgia!).

En líneas generales, la Jameson Experience se trata de un tour interesante y si les atrae el tema, pueden ustedes mismos realizar una visita virtual.

Lo mejor del todo llega al final donde la entrada se rentabiliza al disfrutar de una consumición gratuita. Yo la compartí con mis compañeros de viaje (risas y más risas, …a esas alturas ya me había hecho coleguita de los moteros).  Además, antes de irnos, nos impartieron un ‘mini’ curso de degustación de distintos whiskies (bourbon americano y whisky escocés e irlandés). Sólo los lingotazos que hay que tragarse ya valen la mitad del ticket y, encima, hasta te obsequian con un auténtico diploma de experto catador en whiskey irlandés.

Ah…¿qué no se lo creen?

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11 marzo 2011

El agua de vida

“Agua de vida” es la traducción de la palabra gaélica ‘usquebauch’, en irlandés ‘uisce beatha’, en escocés ‘uisge beatha’. Un término que ha evolucionado hasta convertirse, conjuntamente a la sustancia a la que se refiere, en pieza fundamental de la cultura y la identidad tanto de Irlanda como de Escocia.

¿Qué puede ser tan importante para ser considerado ‘agua de vida’? Bien, no estamos hablando de una banalidad, de hecho, me arriesgaría a decir que el 99% de los que leen esto, en algún momento de sus vidas han reconfortado, o rejuvenecido, o resucitado sus cuerpos con este líquido milagroso. Como habrán adivinado, el ‘usquebauch’ no es ni más ni menos que el whisky.

Yo no soy un gran consumidor de ‘agua de vida’, aunque como todo, tiene sus momentos. En mi caso, para que la experiencia sea completamente exitosa se deben reunir una serie de condiciones: una fría noche de invierno, una chimenea, buena conversación…(mejor no sigo que…), y es que para mí el whisky es una bebida eminentemente social, para disfrutar en compañía, pero en pequeñas dosis, sabiendo cuando parar, nada de instintos compulsivos o comprarse botellas para empinar el codo con los amigotes haciendo carreras a ver quien consigue antes un hígado de cartón piedra.

Tipos de whisky hay cientos, pero los dos más importantes son el procedente de Irlanda (que además fue el lugar donde se originó) y el de Escocia (el de más prestigio y el que propició que esta bebida se expandiese por todo el globo).

Hoy voy a hablar muy brevemente del proceso de elaboración del whisky, sus ingredientes, las diferencias entre el whisky escocés y el whiskey irlandés y una sorpresita que guardo para el final. Además en la próxima entrada también descubrirán porqué después de casi 2 años en Irlanda, es precisamente ahora cuando hablo del tema, pero no adelantemos acontecimientos.

El whisky se compone de cebada, malta, levadura y agua. La malta son brotes de cebada que germina después de ponerla en remojo varios días.

La elaboración es sencilla aunque precisa su tiempo. Aquí simplemente haré un resumen del procedimiento, digamos, estándar:

El grano y la malta se secan en un horno, luego se muelen y se maceran añadiéndoles agua hirviendo. La pasta que se forma se fermenta en otro recipiente y se añade levadura para transformar los azúcares en alcohol. El líquido resultante se traslada a alambiques en los que se lleva a cabo la destilación (esto es, calentar el alcohol hasta su ebullición y recoger el líquido condensado), este proceso se puede repetir varias veces. Por último la bebida obtenida (de muy alta graduación) se deja madurar en toneles de roble para su posterior consumo pasado unos años.

Por supuesto, cada destilería realiza sus propias mezclas de cereal y diferentes maltas e introducen variantes en el método y es así como surgen las distintas clases de whisky, sin embargo entre el whisky escocés y el whiskey irlandés hay distinciones realmente importantes, lejos de simples detalles. La primera, ya la he dado a conocer y es su ortografía. ‘Whisky’ en Escocia y ‘Whiskey’ en Irlanda (y también en EEUU). Por esta simpleza que parece una tontería ha habido grandes discusiones y hasta ojos morados. Las siguientes diferencias quedan mejor explicadas en una tabla:


Whiskey Irlandés Whisky Escocés
Secado del grano Hornos sin humo Hornos de turba
Nº de destilaciones 3 veces 2 veces
Maduración Barriles que hayan contenido previamente Jerez, Oporto o bourbon Barriles de roble escocés (también que hayan contenido bourbon)

La principal diferencia es el número de destilaciones, pero sobre todo, el secado del grano en el que la turba otorga el característico matiz ahumado del whisky escocés, mientras que en el irlandés se usa un combustible sin humo para deliberadamente buscar, lo que ellos llaman, un sabor más puro.

Desde siempre, la fama mundial del whisky escocés sobre los demás ha sido indiscutible. Los escoceses además, exportan grandes cantidades, mientras que en Irlanda las destilerías han dedicado una gran parte de la producción para consumo dentro del país, aunque en las últimas décadas, una marca de whiskey irlandés centenaria se ha afianzado y ha comenzado a competir internacionalmente con los más afamados Scotch…¿alguien sabría decirme cuál?

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No creo que surjan muchas oportunidades en el futuro de comentar sobre whiskies escoceses, así que me van a permitir que termine este post con ‘publicidad’ de uno de ellos y no es del famoso JB, sino de Johnnie Walker, en el que es sin duda uno de los mejores anuncios que yo haya visto jamás. Más que un publi reportaje, es un auténtico corto de cine que dura 6 minutos y que lleva por título ‘The man who walked around the world’. Fue grabado en Los Trossachs de Escocia en una sola toma y con el actor Robert Carlyle (Trainspotting, Full Monty) haciendo gala del cerrado acento escocés. El video obtuvo el León de Oro del festival de publicidad de Cannes (los oscar de la publicidad). Pongo el enlace con los subtítulos en español, pero si lo quieren subtitulado en inglés está aquí.

Disfrútenlo porque es sencillamente magistral (les aseguro que lo van a ver más de una vez).



08 marzo 2011

El "Sheep’s Head way" (continuación)

Nos habíamos quedado en el helipuerto, en la mitad del circuito.

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Si amplían la foto y ven una cosa rara en medio del círculo, no se preocupen, es mi mochila.

Ahora, para estupor el que me causó lo que descubrí por los alrededores de este sitio, algo inaudito, sé que puede sonar a fantasmada, pero mi hallazgo es digno de admiración, encontré…¡huellas de perro! –cánidos fósiles prehistóricos, sin duda-.





Desde el helipuerto hay un desvío de no más de cinco minutos que lleva hasta el faro y es necesario un fugaz descenso si se quiere verlo de cerca. Junto a él mueren de una vez las horrendas líneas de alta tensión.

12.Faro


Lo que atrae a la mayoría de la gente hasta este lugar es la posibilidad de ver ballenas o delfines. Aparentemente es un punto muy apreciado para ello.

Yo estuve oteando un buen rato, pero no encontré nada, y menos, sin unos prismáticos; lo único que pude observar fue algún barquito de pesca envuelto en gaviotas.


 

13.Faro

 

Esto es lo más que me atreví a acercarme a la torre después de ignorar dos cárteles de prohibido el paso y de propiedad privada, acompañados de un recordatorio de la ley y lo que yo interpreté como la penalización del movimiento ¿okupa?

Increíble. Aquí no se andan con chiquitas. Como un día pillen a un hippie pernoctando por la zona y/o paseando al perro lo podrían condenar fácilmente a una cadena perpetua...

 

 


Una vez visitado el faro, hay que emprender la vuelta, recorriendo esta vez la cara norte de la península, bastante distinta a la primera mitad.

Para empezar, ya no nos acompañará el tendido eléctrico y todo se vuelve más salvaje y más  …irlandés.

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Surge ese terreno pantanoso con trampas ocultas en el qué como te descuides terminas hundiendo las piernas en barro hasta las rodillas.

Es evidente que esta parte reúne peores condiciones y salta a la vista que está mucho menos trillada, pero a pesar de que puede resultar tediosa según el cansancio, si llevas un bastón y tienes cuidado, se llega a convertir en lo más divertido del camino.

 



Otra de las grandes diferencias de esta parte de la península es que aquí el sendero sí va pegadito al mar y a los acantilados, algunos de ellos de más de 70 metros de caída.

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Aunque la visibilidad no es muy buena, en el horizonte de las fotos anteriores se puede apreciar algo de la península de Beara.

Estuve fijándome largo tiempo en los riscos por si entre los rocas se podía ver algún frailecillo, pero tampoco, en cuanto a fauna durante el pateo, nada de suerte.

Y así, entre fango, despeñaderos, montículos rompe piernas y un par de saltos de valla, se termina por llegar a la bifurcación que permite seguir de largo, o bien volver al aparcamiento.

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Desde la misma se ve una buena porción del brazo de tierra. El pico que se ve al fondo, el Seefin, es con sus modestos 345 m. de altura, la cumbre de la península.

 

 

 

Dos ideas me vinieron a la cabeza cuando ya acababa el tramo final: la primera, nunca prejuzgar los cambios de tiempo irlandeses porque a veces regalan agradables sorpresas (se pueda pasar del gris más triste al azul más radiante en cuestión de minutos, como en mi caso); y la segunda, es que me veo obligado a aceptar que estoy en un estado de forma lamentable, un par de repechos de pacotilla y a punto estuve de escupir el corazón por la boca, …mal, muy mal.

En total, empleé unas 2 horas en acabar la caminata (es más el tiempo que se tarda en ir y volver en coche, aunque tampoco me quejo porque el trayecto por asfalto es bastante atractivo y también complementa la jornada).

Del sendero diré que es corto pero de las mejores que he hecho hasta ahora en Irlanda, muy completo, variado, con muchos alicientes y además muy tranquilo…durante el recorrido no me encontré con nadie y ni rastro de los cuatrocientos boy scouts, todo desierto. Por no haber, no había ni ovejas.

Aquí dejo el mapa:

 

Termino, recordando que este circuito es únicamente un tramo ínfimo del sendero de largo recorrido Sheep’s Head Way que se completa en 4 días y que se considera una de la mejores rutas a pie del país como así reza en su página web y también en la guía Lonely Planet.

Hay una frase que resume la experiencia del camino y que se ha convertido en el lema del mismo. Es un fragmento corto pero lleno de signifcado sacado del poema ‘La Península’, obra del premio Nobel irlandés Seamus Heaney:

“…Agua y tierra en su extremidad”.

07 marzo 2011

El ‘Sheep’s Head way’

01.Sheep's HeadSi recuerdan, hace como un mes escribí el post  Sheep Head - intento fallido en el que descargaba mi frustración por haber suspendido una caminata que llevaba mucho tiempo esperando realizar, así que ayer me volví a armar de paciencia y decidí darle una nueva oportunidad (la tercera), aprovechando también el buen tiempo que nos acompaña desde hace una semana en la que no ha caído ni una gota.

Como es natural, el perro quedó fuera de los planes desde el primer momento, no obstante, invité a mi casero a que se uniese, oferta que rechazó con la excusa de que el sendero iba a estar plagado con cientos de boy scouts que se iban a reunir precisamente allí.

 



A mí ese hecho no me suponía ningún problema, por lo que tras hora y media de travesía en coche me planté en el aparcamiento donde empieza la ruta (el circuito circular que rodea el extremo de la península). Y como si me estuviese aguardando, enseguida apareció el guardián para comprobar que no me saltaba ninguna norma (como esconder un perro en la mochila o algo así). Tras el clásico saludo de cortesía y un breve intercambio diplomático de comentarios sobre el clima, se me quedó mirando unos segundos entrecerrando los ojos (yo ya me imaginaba lo que estaba pensando). “¿de dónde eres?” me preguntó, intentando sacar alguna pista y yo en lugar de decirle donde vivía le solté que era español (eso cubre todos los pecados), pero él no se rindió…”¿tú has estado antes por aquí, no?”. “Sí” –le solté- “dos veces, pero no llegué a comenzar el camino y hoy vengo para acabar la tarea”. El tono de voz que me salió fue seco y poco amistoso, en seguida me arrepentí pensando que igual iba a poner al tipo de mala leche, sin embargo, todo lo contrario se relajó y me dio un par de explicaciones sin importancia acerca del recorrido y también sobre la duración. Una hora y media según sus cálculos –más corto de lo que yo creía- por lo que nada más empezar a andar me lo tomé con mucha calma para alargar la caminata.

02.Península de Mizen Head

 

Desde el inicio,el sendero recorre la vertiente sur y se puede apreciar la península de Mizen Head. Las nubes y un poco de viento provocaban una sensación térmica más fría a la real, sin embargo no pasaron ni diez minutos y me encontré con algo que me hizo pasar de la frigidez al bochorno en cuestión de segundos.

 

 

 


Una situación que jamás había vivido en ninguna de las caminatas que he hecho a lo largo de mi vida. Un incendio.

03.Incendio

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Lo que yo vislumbraba de lejos creyendo que era niebla, resultó ser el humo del fuego y, aunque es cierto que la superficie no era muy extensa y las llamas no alcanzaban proporciones bíblicas, la maleza se estaba quemando justo por donde el camino atravesaba y era complicado esquivarlo por los lados, además estaba cerca de una torreta eléctrica, con el peligro que tienen.

 

 

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Al final elegí rodearlo por encima, arriesgándome a que un golpe de viento me chamuscase un poco los pelos, pero todo fue rápido y limpio, sin problemas.

-La foto se parece a una fumarola de esas que se forman en la cumbre del Teide-.

 

 

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Después de este sustillo, el viento que soplaba del Norte, como para compensar, empezó a arrastrar toda la hilera de nubes para dejar un panorama impresionante. Toda la mala suerte que había tenido en las anteriores ocasiones se esfumaba y la península se empezaba a mostrar en todo su esplendor.

 

 

Obviando algunos detalles como la hilera de torretas que acompañan el camino, que no son para nada de mi gusto y que afean no sólo la ruta sino todo el paisaje, el sitio es asombroso, además, los aspectos negativos se olvidan cuando se llega por ejemplo al lago que hay en medio, el Lake Akeen,

07.Lake Akeen

 

Resulta increíble que tan cerca del mar y sin apenas espacio por los lados se encuentre un lago de agua dulce de esta envergadura, alargado y con aspecto de ser bastante profundo. A primera vista parece totalmente apto para el baño (en verano, claro).

 

 

 

08.Lake Akeen

 

Con panorámicas tan campestres como ésta, a veces se olvida uno de que en realidad está en medio de una ruta costera.

 

 


Si seguimos un poco más adelante en el sendero, se puede ya atisbar el final de la península, el punto medio de la ruta que se corresponde con la era semi improvisada que en la práctica hace las veces de helipuerto.

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Coincidiendo que estamos a mitad del camino y para no acabar escribiendo una entrada sinfín, lo dejamos por aquí y mañana posteo la segunda mitad…

01 marzo 2011

Dervish

Dervish es un grupo musical procedente del condado de Sligo y considerado uno de los mejores exponentes de la música tradicional irlandesa, para mí, sin ninguna duda, uno de los cuatro grandes junto a Chieftains, Clannad y Altan (hay otros como Lunasa, Planxty y algunos más que también gozan de gran prestigio, pero están un peldaño por debajo, siempre desde mi opinión subjetiva).

Dejando atrás un deshonroso paso por Eurovisión en el año 2007, donde quedaron últimos (es el precio que se paga cuando una banda de esta categoría se arriesga a ir a un evento donde precisamente la calidad musical no es lo más se valora), la historia de Dervish está plagada de éxitos, tanto en sus trabajos de estudio como en sus preciadas actuaciones en vivo.

¿Por qué hablo hoy de Dervish? Por varios motivos: en primer lugar, porque por fin, el pasado 28 de enero conseguí asistir a uno de sus conciertos en un pub de Ballincollig, una localidad vecina de Cork. No se preocupen, no voy a dar una aburrida crónica de la noche como he hecho en otras ocasiones, simplemente permítanme que diga que Dervish estuvo completamente a la altura de mis expectativas y de las pocas decenas de personas que allí nos congregamos. Varias horas de música con mayúsculas y un auténtico regalo por parte de un grupo que lejos de pequeñas audiencias, suele llenar grandes teatros y salas sobre todo del continente europeo , Canadá y EEUU.

Otro motivo es que la de hoy creo que va a ser la última entrada que escriba en este formato y es una manera especial de terminar, por tanto y uniendo las razones, se me ha ocurrido hacer un video con mi canción preferida de Dervish y para ello he recopilado las que para mí son las mejores fotografías que he tomado de Irlanda desde que vine aquí por primera vez en el año 2007. Muchas de las mismas ya las han visto en el blog, otras no, pero este video también se convierte en un adiós a las fotos de mi vieja cámara, ya que a partir de ahora empezaré a utilizar la nueva (aunque todavía tengo serias dudas, porque no estoy completamente satisfecho con ese regalo de los pasados reyes).

Aunque el año pasado ya colgué un video de fotos (de JB), utilizando la música de Dervish, en aquella ocasión, elegí un tema instrumental; ahora y para hacer justicia, les introduzco a Cathy Jordan, cantante y verdadera alma del grupo, una mujer que además de derrochar simpatía en el escenario, posee una de las voces más preciadas y reconocidas no sólo en Irlanda sino internacionalmente dentro de la llamada música celta.

El tema elegido: "Is ar Éirinn ní nesfainn cé hí", una antigua balada irlandesa o 'slow air', como ellos las llaman, original del condado de Limerick que se puede traducir como 'Por Irlanda no diré su nombre' . Cuenta la historia en primera persona de un hombre pobre, enamorado de una mujer de familia adinerada. Una relación imposible y más aún considerando una época en que los matrimonios eran de conveniencia y no había espacio para el amor de verdad.

De esta melancólica balada hay múltiples versiones de  distintos grupos, pero al menos en mi opinión, una vez escuchas la de Dervish, en concreto ésta, las demás se convierten en mediocres.

El tema está sacado de un doble CD en directo "Live in Palma" que fue grabado en Mallorca en 1997. Un disco soberbio.

No me enrollo más, les dejo con el video...(dura 6 minutos y pico, que no es nada comparado con las horas y horas que empleé en sincronizar música, letra e imágenes).

En la descripción del video en la página de Youtube pueden encontrar una traducción de la letra al español.

Disfruten...