Nos habíamos quedado en el helipuerto, en la mitad del circuito.
Si amplían la foto y ven una cosa rara en medio del círculo, no se preocupen, es mi mochila.
Ahora, para estupor el que me causó lo que descubrí por los alrededores de este sitio, algo inaudito, sé que puede sonar a fantasmada, pero mi hallazgo es digno de admiración, encontré…¡huellas de perro! –cánidos fósiles prehistóricos, sin duda-.
Desde el helipuerto hay un desvío de no más de cinco minutos que lleva hasta el faro y es necesario un fugaz descenso si se quiere verlo de cerca. Junto a él mueren de una vez las horrendas líneas de alta tensión.
Lo que atrae a la mayoría de la gente hasta este lugar es la posibilidad de ver ballenas o delfines. Aparentemente es un punto muy apreciado para ello.
Yo estuve oteando un buen rato, pero no encontré nada, y menos, sin unos prismáticos; lo único que pude observar fue algún barquito de pesca envuelto en gaviotas.
Esto es lo más que me atreví a acercarme a la torre después de ignorar dos cárteles de prohibido el paso y de propiedad privada, acompañados de un recordatorio de la ley y lo que yo interpreté como la penalización del movimiento ¿okupa?
Increíble. Aquí no se andan con chiquitas. Como un día pillen a un hippie pernoctando por la zona y/o paseando al perro lo podrían condenar fácilmente a una cadena perpetua...
Una vez visitado el faro, hay que emprender la vuelta, recorriendo esta vez la cara norte de la península, bastante distinta a la primera mitad.
Para empezar, ya no nos acompañará el tendido eléctrico y todo se vuelve más salvaje y más …irlandés.
Surge ese terreno pantanoso con trampas ocultas en el qué como te descuides terminas hundiendo las piernas en barro hasta las rodillas.
Es evidente que esta parte reúne peores condiciones y salta a la vista que está mucho menos trillada, pero a pesar de que puede resultar tediosa según el cansancio, si llevas un bastón y tienes cuidado, se llega a convertir en lo más divertido del camino.
Otra de las grandes diferencias de esta parte de la península es que aquí el sendero sí va pegadito al mar y a los acantilados, algunos de ellos de más de 70 metros de caída.
Aunque la visibilidad no es muy buena, en el horizonte de las fotos anteriores se puede apreciar algo de la península de Beara.
Estuve fijándome largo tiempo en los riscos por si entre los rocas se podía ver algún frailecillo, pero tampoco, en cuanto a fauna durante el pateo, nada de suerte.
Y así, entre fango, despeñaderos, montículos rompe piernas y un par de saltos de valla, se termina por llegar a la bifurcación que permite seguir de largo, o bien volver al aparcamiento.
Desde la misma se ve una buena porción del brazo de tierra. El pico que se ve al fondo, el Seefin, es con sus modestos 345 m. de altura, la cumbre de la península.
Dos ideas me vinieron a la cabeza cuando ya acababa el tramo final: la primera, nunca prejuzgar los cambios de tiempo irlandeses porque a veces regalan agradables sorpresas (se pueda pasar del gris más triste al azul más radiante en cuestión de minutos, como en mi caso); y la segunda, es que me veo obligado a aceptar que estoy en un estado de forma lamentable, un par de repechos de pacotilla y a punto estuve de escupir el corazón por la boca, …mal, muy mal.
En total, empleé unas 2 horas en acabar la caminata (es más el tiempo que se tarda en ir y volver en coche, aunque tampoco me quejo porque el trayecto por asfalto es bastante atractivo y también complementa la jornada).
Del sendero diré que es corto pero de las mejores que he hecho hasta ahora en Irlanda, muy completo, variado, con muchos alicientes y además muy tranquilo…durante el recorrido no me encontré con nadie y ni rastro de los cuatrocientos boy scouts, todo desierto. Por no haber, no había ni ovejas.
Aquí dejo el mapa:
Termino, recordando que este circuito es únicamente un tramo ínfimo del sendero de largo recorrido Sheep’s Head Way que se completa en 4 días y que se considera una de la mejores rutas a pie del país como así reza en su página web y también en la guía Lonely Planet.
Hay una frase que resume la experiencia del camino y que se ha convertido en el lema del mismo. Es un fragmento corto pero lleno de signifcado sacado del poema ‘La Península’, obra del premio Nobel irlandés Seamus Heaney:
“…Agua y tierra en su extremidad”.
Un trol me ha dejado un comentario en la entrada de ayer, ...como todos los trol, pierde la fuerza por la boca, pero bueno, necesitan atención y hay que prestársela...jajaja
ResponderEliminarCopio el comentario para que no se lo pierdan:
Firmado como 'Si, el mismo, JB'
Nada, sigo sin acostumbrarme al fondo blanco, dirán lo que quieran, pero esto esta perdiendo sus señas de identidad, propongo crear una plataforma pro antiguo blog, en fin.
Como siempre superinteresante tu aventura campestre, como ese toque tan exagerado a la par que gracioso del “incendio”, aquí creo que lo llaman quema de rastrojos, pero esa fragancia de aventura peligrosa que le has dado a la narración no queda mal, me vienen a la memoria algunas pelis de los 80 en las que un grupo de amigos salían de excursión y les pasaban un montón de cosas interesantes, seguro que has hecho un guiño literario a ese genero, enhorabuena lo has conseguido, jodio., quien lo tiene lo tiene y punto.
Mientras escribo veo que hay algún inconsciente en el blog que esta en Cork, ¿quién será?
Por cierto, el otro día, conocí a un irlandés de Cork que hace años reside en Gran Canaria, cuando le dije que había estado por su tierra le dije que me había quedado en Leap, su respuesta acompañada con una expresión de pura incredulidad en su rostro fue…”ahí no hay mucho” y como diría ese sabio , quién lo quiera coger que lo coja.
jajajajajaja
ResponderEliminarVamos a ir apuntando en el blog de notas "cosas que hacer antes de morirme" lo del pateo ese de cuatro días.
ResponderEliminarPero bueno, ¿en qué coño pensaban los guardianes del paleolítico inferior? ¿No queda claro en los carteles que queda prohibido meter perros en la zona? Bromas aparte, siempre me he preguntado qué demonios ha de ocurrir para que una cosa tan efímera como una huella no se vaya a tomar por saco a los cinco minutos de ser puesta y quede fosilizada para el resto de los días. A no ser que el perraco ese haya pisado cemento... O mierda.
Los cuatrocientos boy scouts se tiraron por los acantilados... O estaban fornicando en el faro, que no son nadie los chavales estos con las hormonas bailando la yenca...
Bueno, estéticamente ha mejorado ;) PUBLICIDAD jejejeje, ya con eso se pone alguno a currar y todo :P Salu2 by Sigua
ResponderEliminarSigua, los requisitos del curso son...programador con experiencia en PHP y MySQL (NPI de lo que es), aparte de ser presencial.
ResponderEliminarAhora estoy teniendo problemas con el Analytics, desde hace cuatro días me marca que el blog está muerto, sin movimiento. Vale que esto no tenga mucho tráfico...pero 0 visitas en 4 días???...A ver como resuelvo ahora el rollo, si yo ni siquiera lo he tocado, si es que cuando no es Juana, es la hermana.
Alfrodo...jajaja, yo no fui boy scout, pero tú sabes que a ciertas edades uno sólo piensa en lo mismo. Esa edad es la que va desde 13 a otra con límite que tiende a ∞ - 1.
Voy a explicar lo de las huellas de perro, que creo que me pasé con el sarcasmo. Efectivamente eran huellas recientes, pero dada la prohibición estricta de meter un perro en el camino...dije lo del tema de los fósiles.
Lo de pisar mierda tampoco es difícil, sobre todo de oveja. Por cierto, que creo que no vi ninguna porque ahora están en la 'lambing season', cuando paren los corderos, vaya.
Jajajajaja...
ResponderEliminarHey Miguel, la espera ha merecido la pena.
ResponderEliminarEl sendero ese está que se sale, las fotos son espectaculares. Y por lo que he leído solo hiciste un tramo de todo el circuito. Planeas regresar y hacer otros tramos?? o ese es el mas interesante??
Por otro lado, leyendo tu crónica he visto varias de mis experiencias retratadas. Como el terreno pantanoso chungo. jjajajaja una vez me pasó que pisé en la tipica zona donde te vas abajo hasta las rodillas. Solo que en mi caso fue hasta la cadera, con bici incluida... jajajjaja crei que no lo contaba. Desde entonces evito esas zonas.
Ya de las prohibiciones ni hablamos. Yo tambien he saltado muchas vallas o ignorado se;ales. Pienso que ser extranjero es un poco una patente de corso para hacerte el despistado si te pillan más tarde jajjaja
Salud!
Hola sicofonia, la verdad es que el sendero merece la pena aunque sea un poco corto, pero acorde con la guía es como un resumen concentrado de los 80 y pico kilómetros restantes. Aunque no lo descarto, de momento no me planteo hacer el largo, prefiero ir explorando otras zonas, además, hay muchos tramos de asfalto, que tampoco me hace gracia y ya sabes que aquí no conocen lo que es un arcén. La península también tiene fama entre los ciclistas y hay una buena pista que no es de tierra pero casi, está descuidada de no usarse y llena de piedras y matojos. Un día me metí con el coche y por poco no salgo, pero vamos, la zona ideal donde tú disfrutarías como un enano.
ResponderEliminarEn cuanto a los terrenos pantanosos, es que Irlanda sin los 'marshes' no sería lo mismo jajaja
Saludos!
A ver si leemos mejor, que para los dos primeros niveles no se requiere más conocimientos que los de JB, y con eso no quiero faltar al respeto a nadie ;) El tema es que es presencial, eso no lo quita nadie. El Analytics es un script que se coloca en la plantilla, si la modificaste, puede ser que te lo hayas pasado por la piedra, que es por dónde Peter Pan se quería pasar a Wendy, pero al estar en plan Mou, busca la excusa de que se la llevó el capitán Garfio... y todos sabemos la VERDAD sobre Peter PAN :P -- STA ;) :P
ResponderEliminarSigua, tienes razón, ayer estuve en foros con el tema Analytics y efectivamente, al cambiar de plantilla me salpiqué el script ese como cosa buena, lo volví a pegar ayer mismo y hoy está funcionando otra vez :)
ResponderEliminarSiguiente objetivo a la vista - Menú superior debajo de la foto (eso también trae tela...en fin paciencia, paciencia).