21 noviembre 2012

La casa en una colina irlandesa

'From the moment I crossed the mountain I fell in love. With the place, which was more beautiful than any place I'd ever seen. With the people I met there. And with a way of looking at life that was deeper, richer and wiser than any I'd known before. When I left I dreamt of clouds on the mountain. I kept going back.'

The House on an Irish Hillside

Aquí va un post que tenía ganas de compartir desde hace mucho tiempo…

“The House on an Irish Hillside’ es el título de un libro escrito por Felicity Hayes-McCoy, una irlandesa afincada en Londres que decidió tomarse un paréntesis de los ajetreos de la gran ciudad y regresar a su país para intentar en cierta forma arraigarse de nuevo a su tierra y buscar, en definitiva, lo que todos perseguimos: conocernos a nosotros mismos para poder ser felices. La autora elige como destino, no el lugar que la vio nacer, sino otro que es muy especial para ella y cito textualmente del libro: “Hay una creencia irlandesa ancestral que versa sobre los ‘lugares de resurrección’, sitios de la tierra donde el espíritu es plenamente feliz y, lo más importante, en contacto con la eternidad. La primera vez que crucé las montañas de Corca Dhuibhne encontré mi lugar de resurrección”.

A través de las páginas de este libro, y tomando como eje central la casa donde elige vivir ‘Tí Neillí Mhuiris’, Felicity realiza un retrato autobiográfico sobre su paso de la ‘civilización’ al mundo rural de Corca Dhuibne (Península de Dingle), una porción de Irlanda con su propia idiosincrasia donde aún en muchos rincones se habla irlandés y donde la tradición oral en forma de historias o de música es de una importancia vital; un lugar donde el valor de la comunidad impera sobre el individualismo y donde la tradición sigue resistiendo con fuerza los envites de los tiempos modernos.



En ciertos aspectos, este libro me recuerda a uno que leí hace años ‘La casa de una escritora en Gales’ de Jan Morris, con muchas similitudes en la manera de abordar la historia. Fue una lectura que disfruté en su día, pero no hasta el punto de interiorizarla tanto como ésta y es que, en bastantes pasajes del libro me veo reflejado fielmente: desde el miedo a la toma de decisiones cruciales, al alivio de sentirse arropado por una comunidad adoptiva …pero hay mucho más.

Ni que decir tiene que me encantó el libro, es de esos que se pueden leer de un tirón, aunque yo preferí hacerlo sorbo a sorbo, incluso en uno de mis ‘arrebatos extravagantes’ dejé el último capítulo guardado para leerlo en Dingle, cerca del pueblo de Dunquin donde se encuentra Tí Neillí Mhuiris.

En lo personal, creo que describe muy bien lo que significa Irlanda para mí (probablemente yo no hubiese sabido transmitirlo de una manera tan acertada). Además, es de agradecer todo el afecto por la tierra que imprime la autora en sus páginas, siempre con sencillez y sin necesidad de añadirle ‘azúcar’, todo lo contrario, es un libro que huele mucho a sal, a turba y a tierra mojada.

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Desconozco si alguna vez se traducirá al español, pero recomiendo su lectura en inglés (no hace falta dominar la lengua de Shakespeare para captar la esencia). Y por si les interesa historia y quieren indagar más, también recomiendo el blog de la autora que, en realidad, es algo así como una continuación del libro:

http://felicityhayes-mccoy.blogspot.ie/

2 comentarios:

  1. La lengua de Shakespeare no, pero... ¿el inglés moderno? ¿No habrá que dominarlo un poco? ;) Ahora ya me picó la curiosity y me veo en la obligación de exigirte que me traigas el libro la próxima vez que vengas a la tierra de la que sueñas montañas nubladas y a la que mantienes la intención de volver aunque sea por unos días...

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    1. Está escrito en un inglés bastante cotidiano, sin florituras, que es de agradecer.
      Pues nada ...llevótelo, llevótelo.

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