29 febrero 2012

Diamond Hill (2ª parte)

(Continuación de la primera parte).

Si la pareja de jubilados se dio cuenta de mi ‘fetiche’ lo ocultaron muy bien, pero yo, por si acaso, había echado mano rápidamente a la cantimplora para disimular, aunque supongo que algunos detalles –perceptibles por al menos 2 sentidos diferentes- me delataban.

Iniciamos una pequeña conversación a gritos. “¿Qué tal esta eso por ahí arriba?”. “Nada, es una tarea de chiflados, el vendaval literalmente no nos deja avanzar y los riscos de la la ladera están demasiado cerca, no vale la pena”. “Pues yo lo voy a intentar igualmente”. El señor me intentó aconsejar: “cuando llegues a la bifurcación, toma la vereda de la izquierda, es algo más segura que la otra”. La señora me miró con ojos de ‘por favor, no lo hagas, me recuerdas a un hijo que tenemos de tu misma edad, no quisiera que te ocurriese algo…’. Una sensación acuosa me golpeó la cara, empezaron a caer gotas (de agua). “Bueno, hasta luego, mejor será que me de prisa, puede que llueva”. A la señora le cambió el semblante, se le agrió un poco y al final le salió un…”Tú mismo”.

Apreté el paso “lo que me faltaba era que justo ahora comenzase a arreciar la tormenta”, aunque aparentemente quedó en una falsa alarma, sin embargo, las rachas huracanadas sí que no daban tregua y el ascenso se convirtió en un ejercicio con una pauta uniforme: pelear, aguantar, equilibrar, avanzar…, pelear, aguantar, equilibrar, avanzar… y así hasta que más tarde me topé con el cruce de caminos.


Recuerda…’la izquierda’. Al llegar a este punto, mi subconsciente que a veces es muy cabrón, pensó…”si al final llegas a la cumbre te irás contento a la cama esta noche, pero si encima lo haces por el lado derecho…le podrás contar la batallita a tus nietos dentro de unos años’, así que escogí el lado izquierdo (jugar a la ruleta rusa sí, pero dos veces seguidas, ni en broma).

Me puse en movimiento y algo más adelante, detrás de un recodo me encontré con una chica sentada y arreglándose el pelo a modo de hada de la montaña aunque, en lugar de sedas, vestía ropaje de trekking “¿Subes?” me dijo. “Sí, ¿tú también?”. “No, no,…me doy la vuelta, un poco más arriba hay un buen tramo que es muy peligroso, el viento te arrastra hacia el precipicio, lo he pasado un poco mal”. Su comentario me hizo dudar, de hecho, en ese instante estuve a un tris de plantarme, pero continué…”Yo le voy a dar una oportunidad” le hice saber a la vez que ya me iba andando, ella también se incorporó y se fue en dirección contraria. No mencionó ni una palabra más, pero en sus ojos se podía leer un “tú mismo”.

Las brujas trabajadoras del centro de visitantes estaban en lo cierto, los tres que habían salido antes de mí se habían dado la vuelta sin acabar…tan sólo quedo yo y, en realidad, puede que la montañita del carajo tampoco valga la pena. En mi cabeza se encendió una luz roja y sentía algo parecido al miedo,…¡joder, espabila! ¿Cómo puede ser que una ruta cómoda se esté convirtiendo en un calvario? La respuesta era obvia, pero no la acepté y, detrás, el viento me fustigaba y se reía de mí.

El camino, que hasta ese momento había sido duro, pero no peligroso, giró de forma brusca para encarar la cumbre desde el noroeste y ahí fue cuando de verdad el tema se puso negro. Un sendero zigzagueante hacia el lateral de la ladera, demasiado cerca del borde y absolutamente a merced del viento que castigaba sin piedad. A veces tenía la sensación de que me sobrevolaba un helicóptero a tres palmos de la cabeza, pero yo seguía subiendo agarrándome a las piedras como las tarántulas y sin mirar mucho al fondo del valle. No tenía sentido pararse a esperar que el viento amainase porque en cualquier segundo podía desatarse el temporal y tampoco me apetecía usar mi cuerpo de pararrayos. Durante esta fase de ascenso que se hizo eterna, multitud de presagios entre ridículos y agoreros me rondaban todo el rato : (mañana saldré en los titulares de los periódicos locales “Fallece un excursionista estúpido en el P.N. de Connemara”, peor aún, voy a ser pasto de uno de esos memes choras que circular por la red: “murió haciendo lo que más le gustaba,el gilipollas, el senderismo,…”se postula para el Premio Darwin”, etc., etc). Sea como fuese, alcancé la cara más interna de la colina y allí me sentí a salvo. Faltaba el último tramo, muy vertical, pero más resguardado y seguro.

03.Vistas desde Diamond Hill -

 

Impresionantes vistas de la zona de Kylemore


 

 

04.Diamond Hill

 

Imaginen la fuerza con la que azotaba el viento para que en un charco enano como el de la foto se formasen unas olas de ese calibre (de tres soplidos se lo merienda). El panel que se aprecia al fondo es el último de los letreros indicativos.

 

05.Diamond Hill

 


Al verlo, paladeé la victoria.

 

 

En ese segundo sabía con total certeza de que la batalla ya era mía, el resto del camino, una subida entre piedras, era un mero trámite. Me inundaron los pensamientos positivos,…aquí no hay viento, no hay lluvia, me invadió esa euforia que se siente justo antes de coronar un pico. Imprimí un paso aún más rápido y con un chute adrenalínico importante ascendí a toda pastilla, el viento me daba de espaldas y por un instante sentí como si flotase, de hecho, así fue, de no se sabe dónde llegó una ráfaga fortísima, los pies se me levantaron del suelo y luego todo se volvió negro…(cuando abrí los ojos me vi dentro de una turbera).

(Continuará)

12 comentarios:

  1. Joder, vaya suspense. Como el final sea tipo "Los Serrano"...

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    1. Estoy en negociaciones con HBO para la venta de los derechos, jajaja

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    2. Ufff... No sé que me produce más inquietud... Si el saber cómo termina la historia o que Alfrodo haya visto Los Serrano

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    3. A mí lo segundo, sin duda!

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  2. Jajajaja. La duda ofende, señores. Prometo que jamás vi la serie esa en la que los adolescentes descubrían su sexualidad a base de colarse "accidentalmente" en duchas ocupadas o en habitaciones donde se cambiaban de ropa y cuya acción resultó ser un sueñejo de su protagonista. Patético como la vida misma.

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    1. Pues ahora que lo dices... Si la aventura de Miguel se da un aire a los episodios que tú viste de Los Serrano ( aunque más bien, y según cuentas, parece el guión de "Sexo en Nueva York" ), a lo mejor estamos ante un ascenso con más ingredientes que los meramente climatológicos... además los prolegómenos ya empezaban con lluvia... indeseada??

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    2. Ños Alfrodo, pues menos mal que no te gusta porque conoces una de detalles que vamos, jajaja

      No hay más escatología!!...(aparte de la turba, claro).

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  3. Por cierto una amiga trabaja aquí en Melbourne en uno de los restaurantes más pijos de Docklands.... y ayer le tocó servir a una mesa en la que estaban System of a Down, Slipknot, Limp Bizkit, Bad Religion, Bush, Marilyn Manson y otros más que van a estar en Sound Wave Festival. Casi na

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  4. LH hubiera subido la montaña con el pene. Es más su móvil hubiera tenido cobertura arriba. Se rumorea que en la cima, si llegaste, te encontraste con estos http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=YcwbMg-_MPE#!

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    1. Espero que tu amiga se haya hecho fotos con todos, menos con Limp Bizkit que son para echarles de comer aparte. Y tú, como no vayas al concierto, te llevarás un pescozón la próxima vez que te vea.

      Los del video son niños,...ya madurarán y se arrepentirán de grabar chorradas como esa, jaja

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    2. Me dijo que no reconoció a ni uno... casi me da algo cuando me lo dijo

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    3. Pues las pintas del de Marilyn Manson no son precisamente discretas...

      Stinky britches

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