27 noviembre 2011

La Sky Road de Clifden

01.Sky Road

Y comenzamos donde lo dejamos en el post anterior, en el puerto de Clifden.

02.Puerto de ClifdenA la salida de éste y abandonando el pueblo nos encontramos con los primeros cárteles que nos señalan la Sky Road y guiándonos de estas indicaciones emprendemos el camino, aunque sin relajarnos porque enseguida hay que realizar la primera parada para visitar el monumento de John D'arcy. Para acceder al mismo hay que ascender una colina, la que se observa en la foto justo detrás de las viviendas, hasta alcanzar la cumbre coronada por una especie de obelisco no muy alto y y con forma cúbica, construido con grandes piedras y que se erige como recuerdo de los habitantes del pueblo al personaje que lo fundó.

En subir no se tarda más de 5 minutos, aunque podemos encontrar el sendero en condiciones pésimas debido al barro, sin embargo, la vista desde lo alto es imprescindible ya que constituye una de las estampas clásicas de Connemara: Clifden con las 'Twelve Bens' de fondo.

03.Clifden

Las 'Twelve Bens' o 'Twelve Pins', es una cordillera de picos con cumbres más o menos afiladas, pero de poca elevación. Las alturas rondan entre los 500 y 700 metros y la zona goza de gran fama entre los senderistas, sobre todo en verano. También se dice que los corredores de montaña pueden recorrerlos todos en una sola jornada. Es, sin lugar a dudas, uno de los puntos destacados de Connemara.


Lamentablemente, la foto está tomada en un día bastante encapotado y las Twelve Bens apenas se adivinan entre la bruma, pero como digo, la imagen de Clifden con la vista de la sierra detrás es una de las panorámicas más repetidas en las postales del condado de Galway. Para no dejarles con la miel en los labios, he encontrado esta imagen en Flickr que resume bastante bien lo comentado.

Y ahora sí, abandonamos definitivamente Clifden para sumergirnos de lleno en la Sky Road.

04.Sky Road

Este es un trayecto ideal para bicis, moteros, o para los que somos esclavos de las cuatro ruedas. Once kms. que rodean la pequeña península que se extiende al oeste del pueblo, que se pueden realizar a un ritmo más acompasado o no, dependiendo del tiempo del que dispongamos. La mayoría de los que recorren este tramo, lo hacen en el sentido de las agujas del reloj. Este detalle es esencial y es recomendable seguir a la multitud si no queremos que el viaje se convierta en un infierno, ya que la calzada es estrecha, con muchos cambios de rasante y pocos apartaderos, al menos en su vertiente sur.

En su inicio tenemos la posibilidad de optar por seguir una vía más cercana a la orilla, o bien otra que asciende hasta un mirador y que acaba por unirse a la primera. Los ociosos como yo, pueden inclinarse por realizar ambas, tampoco se pierde excesivo tiempo si elegimos sumar las dos.

¿Qué nos ofrece la Sky Road?

Entre otras virtudes, un panorama costero fantástico que incluye las bahías de Clifden y de Streamstown, el cabo de Slyne y las islas de Turbot y de Inishturk, salpimentado con los típicos toques campestres de siempre.

05.Sky Road     06.Sky Road

07.Sky Road

 

Aunque se parece al caballo del post ‘Tercer otoño en Leap’, prometo que es otro diferente. A ver si van a pensar que me lo llevo de viaje solo para usarlo de modelo en fotos bucólicas.

 

En mi opinión, la primera parte de la Sky Road, el lado sur, es más atractivo que el norte, que no está mal, pero es un recorrido que acaba por hacerse monótono. En lo visual, el plato fuerte nos lo zamparíamos hacia el extremo del cabo, con un batiburrillo de islotes, salientes, juegos de mareas de aguas calmas en el interior y mar picada al exterior que quitan el hipo, todo en el mismo menú. En cierto modo, esta parte recuerda un pelín a algunas zonas de la península de Dingle en Kerry, aunque líbreme Dios de hacer comparaciones, porque como todo el mundo sabe, Dingle alberga paisajes de otro planeta.

08.Sky Road

En resumen, la Sky Road serviría de aperitivo perfecto para los turistas foráneos que se hayan dejado caer por Galway y Connemara y que no dispongan de mucho margen de maniobra para imbuirse de los aires marítimos de las muchas penínsulas de Kerry y de Cork. Este paseo ofrece algo de costa escarpada, océano, ínsulas, faros blancos y hasta un castillo, ingredientes todos de una comida que se puede degustar brevemente aquí, pero que en realidad se cocina bastante más al Sur.

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Para el que le interese, dejo un video de la Sky Road a vista de pájaro (desde un parapente).

 

23 noviembre 2011

Clifden, capital de…

Este post es muy similar a los dos anteriores ya que de nuevo vamos a describir una localidad y una ruta panorámica por carretera en sus inmediaciones, hablamos de Clifden y la Sky Road, sin embargo, alteraremos el orden y en esta ocasión comenzaremos por el pueblo y más adelante, en una segunda entrada, para que la extensión se digiera más fácilmente, desarrollaremos el trayecto sobre ruedas. La gran diferencia entre estos posts y los anteriores es que daremos un salto geográfico radical y nos desplazaremos desde West Cork al condado de Galway. Ésta, de hecho, será la primera pequeña historia de las muchas que planeo contar a lo largo de las próximas semanas sobre la 'expedición' realizada el pasado septiembre a la costa oeste irlandesa.

01.Clifden

El pueblo de Clifden se ubica a unos 80 kms en dirección noroeste de la ciudad de Galway y para llegar a él debemos optar entre dos vías principales: la nacional que une ambos puntos y que sería la forma más rápida de alcanzar nuestro destino o bien, la carretera que bordea la costa. Una difícil elección ya que ambas son gratificantes: la primera nos adentra en un paisaje de montañas, pantanos, lagos y turberas y la segunda es bastante más larga, pero asimismo hace disfrutar de un sinfín de bahías e islas y, aunque hay menos colinas, la turba y el agua dulce también están presentes.

Clifden es un pueblo pequeño, no llega a 3500 habitantes si sumamos población local y rural. Además, es relativamente nuevo (fue fundado a principios del s. XIX) y, no obstante, a pesar de su tamaño, es una localidad muy popular en el país, sobre todo por su ubicación, pero además, porque ha sido testigo de algunos episodios de gran trascendencia para su corta historia entre los que podrían destacar el haber sido el lugar elegido por Marconi para instalar una estación a principios del s. XX, que junto a su gemela en Terranova permitió el establecimiento del primer servicio de radio entre Europa y América. Años más tarde, otro notable suceso ocurriría en Clifden al convertirse uno de sus campos en la pista de aterrizaje (forzoso) de los pilotos Alcock y Brown que con su bombardero Vickers Vimy, consiguieron la proeza de realizar el primer vuelo trasatlántico sin escalas, de nuevo, entre Canadá e Irlanda. También fue la población donde nació Jon Riley, un militar que sirvió en el ejército estadounidense y que pasó a la posteridad al desertar (junto a otros irlandeses -Batallón de San Patricio-) y unirse a los mexicanos en la guerra que libraron EEUU y México a mediados del S. XIX. La historia terminó mal, pero hoy en día, se le sigue considerando un héroe en Clifden y, de hecho, en su honor, cada 12 de septiembre ondea una bandera mexicana en la plaza. Sobre este fascinante tema se han rodado hasta películas, tal vez en un futuro se le pueda dedicar un post en condiciones,...pero ahora nos estamos yendo por las rama así que …¡Volvamos a Clifden!

Como pequeña localidad que es, se recorre a pie en un periquete, pero no viene mal dedicarle algo de tiempo, incluso pasar la noche ya que el emplazamiento vale la pena: desde viviendas de reminiscencia georgiana, tiendas de artesanía y coloridos pubs, pasando por las dos imponentes iglesias con sus campanarios casi gemelos y el apacible puerto, todo ligado con el ambiente familiar típicamente irlandés, desde el frutero que te jura y perjura que sus manzanas son las mejores, hasta la dependienta de la tienda que te saluda como si hubieses vivido en el pueblo toda la vida.

 

02.Clifden

 

Una de las iglesias, la de  St. Joseph’s.


 

 

03.Clifden

 

El edificio de color crema es el Hotel Alcock & Brown, en honor a los pilotos (por favor, no intenten traducir al español los apellidos pues se llevarían una sorpresa).


 

04.Clifden

 

Uno de los establecimientos para calmar la sed.


 

 

05.Clifden

 

El puerto de Clifden, considerado de los más seguros del país.


 

 

Tan sólo por todo lo anterior ya dispondríamos de la excusa perfecta para dejarnos caer por este rincón de la costa Oeste, pero es que aún hay mucho más: el motivo esencial por el que Clifden atrae a visitantes a puñados a lo largo de todo el año, es por ser oficiosamente la capital de una de las perlas de Galway: Connemara, una región cuyo nombre en Irlanda es sinónimo de música, gaélico y pureza, de paisajes agrestes y atmósfera espiritual y, aunque suene exagerado, un territorio de belleza bruta.

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Connemara y su Parque Nacional merecen muchas líneas (acompañadas por sus correspondientes imágenes) y se las dedicaremos, pero de momento, el siguiente post resumirá la experiencia de la Sky Road, un aperitivo ideal antes de abandonar Clifden y penetrar en ' terreno salvaje'.

20 noviembre 2011

Durrus y el queso

(continuación del post anterior)

Pues habíamos quedado en que hablaría de Durrus, un buen sitio para refugiarse después del realizar el trayecto del Camino de Cabras.

El pueblo de Durrus está fuera de las principales vías que cruzan West Cork, por eso mucha gente que va de paso se lo pierde, pero también es verdad que desde la comunidad se están haciendo esfuerzos considerables para incluirlo como destino turístico y últimamente parece que el trasiego de visitantes comienza a despertar un poco con el desarrollo de tabernas y también de casas rurales.

En cuestión de tamaño, la villa es más bien pequeña, se recorre a pie en menos de media hora, incluyendo las afueras entre las que destacan un muelle minúsculo y, como buen pueblo irlandés que se precie, las ruinas de un antiguo castillo.

01.Durrus     02.Durrus

Durrus y sus alrededores además destacan por haber heredado un rico pasado arqueológico en forma de enterramientos, fuertes, menhires, pozos sagrados y demás símbolos históricos, sin embargo, como ocurre en otros lugares de la comarca, para encontrarlos hay que tener las cualidades de Sherlock Holmes. Bueno, siempre podemos preguntar a los lugareños o dejarnos guiar por uno de esos postes que se alzan en muchas partes del país y que suelen estar más cargados de señales que un árbol de navidad. Una auténtica muestra de la idiosincrasia nacional.

03.Durrus 

  Con algo así, ¿quién necesita un navegador GPS?

 

 

 

Aparte de los domingos por la mañana a la salida de misa, la vida del pueblo transcurre, como comentábamos, en torno a los pubs, qué raro, ¿verdad? Es así que a lo largo de la arteria principal que cruza la localidad podemos ver a bastantes foráneos, sobre todo si el clima acompaña, practicando el deporte del alzamiento de codos en las terrazas (uno a veces no sabe a quién se puede encontrar disfrutando de una cerveza - incluso una familia de chicharreros-).

Un par de reclamos para entrar y compartir una pinta.

04.Durrus

 

Para que luego no digan que siempre hago publicidad de  la misma marca.

 

 

05.Durrus

 

Una imagen más en consonancia con el área.

 

 



Y para terminar: el queso. La mayor fama de Durrus procede de este producto que se puede encontrar en los supermercados de todo el país aunque también se exporta a EEUU e incluso a Japón. El queso de West Cork es muy popular, pero en concreto el de Durrus se lleva la palma: se elabora de leche cruda de vaca sin pasteurizar, tarda en madurar entre tres y cinco semanas y es de textura cremosa y sabor único. Eso sí, se recomienda que no deben tomarlo ni niños, ni personas mayores, ni mujeres embarazadas, vamos, que no es para todos los paladares porque podría llegar a ser perjudicial para aquellos con las defensas deprimidas. A pesar de todo, el queso de Durrus, como digo, disfruta de gran prestigio y lo avalan multitud de menciones y premios. También hay que señalar que el Queso de Durrus no es una etiqueta de denominación de origen de la zona en general ya que se produce en una única granja. Si quieren conocer un poco más al respecto les dejo el enlace a la página oficial.

06.Queso de Durrus

Un detalle curioso a añadir es que la señora que inició el proyecto y que todavía está al frente del mismo tiene un apellido muy peculiar: Jeffa Gill…Oye, ¿y si al final resulta que estamos emparentados?

18 noviembre 2011

De cabezas de oveja, caminos de cabras y queso de vaca

01.Goat's path

Hoy volvemos a la península de Sheep Head, que ya tiene varias entradas dedicadas en el blog (aquí y aquí) al respecto de su ubicación privilegiada para disfrutar de una buena caminata, aunque esta vez, lejos de ensalzar las bondades del senderismo en el área, vamos a realizar una ruta panorámica sobre ruedas con parada final en Durrus, uno de los pueblos de la zona, famoso por su producto lácteo estrella, el queso.

Este recorrido es ideal para realizarlo en bici, para lo que habría que dedicarle una jornada entera, pero entre que pilla algo lejos de Leap y que mis días de hacer el ‘Indurain’ están más que acabados, no queda más remedio que usar el coche. Aún así, dejo la puerta abierta a que en algún momento, tal vez en la compañía adecuada, se pueda intentar la hazaña.

Tomando como base Bantry y en dirección NE – SO, hay que seguir la carretera que avanza paralela a la costa norte de la península y en seguida, a los pocos kms., la calzada se estrecha y aparecen carteles que nos confirman que estamos en el emplazamiento correcto – Goat’s path –, un auténtico camino de cabras aunque con una capa de asfalto encima (una vía estrecha, llena de baches, con algunas curvas peligrosas y…bueno, en realidad, es como el 70% de las carreteras irlandesas, caminos rurales más aptos para cápridos que para tráfico rodado, sólo que ésta además posee el apelativo).

El paseo es bastante tranquilo, es raro encontrar otros coches en cualquiera de los sentidos en sus 15-20 kms de extensión. La paz es incluso mayor en cuanto avanzamos hacia el extremo de la península; está placidez sería una de sus señas de identidad, pero lo que realmente marca la diferencia son las fabulosas vistas sobre el mar en su entrada hacia la bahía de Bantry y el perfil cercano de una de las penínsulas hermanas, la de Beara.

02.Goat's path  03.Goat's path

Con estos paisajes es normal detenerse frecuentemente a inmortalizar instantes: los barcos faenando en la bahía de Bantry, el océano peleándose con los rompientes, las caídas de agua en Beara, y con suerte, incluso cetáceos (fortuna esquiva para mí  ya que la Naturaleza, al menos en Irlanda, me ha vetado de momento la vista de ballenas y delfines –también frailecillos-).

Llegado a un punto, la carretera se vuelve impracticable y es mejor darse la vuelta, no hagan como yo que en una ocasión continué adelante y me arrepentí mil veces, no sólo por los hoyos y los matojos en la calzada sino porque me encontré una carrera de BTT de frente y pasé hasta algo de miedo. En cualquier caso, si se opta por avanzar, el camino cruza la península y termina en su otra vertiente, aunque ya allí pierde su nombre. El circuito o ‘loop’ que se forma es bastante conocido.

Ya de regreso, volvemos a degustar el panorama fijándonos quizás en otros detalles como las granjas aisladas que se recogen a ambos lados y también los riachuelos y pequeñas cascadas que se forman en el lado interno del camino.

04.Goat's path   05.Goat's path   06.Goat's path

Aunque las fotos son del verano, para ver algo de agua sólo basta con que haya llovido el día anterior, o sea, 80% de posibilidades si no más.

07.Goat's path 

Por ahí en algún lado se ve el agua,…la foto es que es mala de solemnidad.

 

 

Bueno, y para acabar bien esta media jornada, porque el Camino de Cabras no da para más de un par de horas, antes de retornar a Bantry, una buena opción es cruzar el brazo de tierra transversalmente hasta su cara sur –unos pocos kilómetros- y avituallarse, como adelanté al principio, en el pueblo de Durrus, que descansa justo en el codo que forman Sheep Head con la península de Mizen Head. Qué plomo me pongo a veces con West Cork y sus penínsulas, pero qué le vamos a hacer, es difícil no nombrarlas, hay muchas y están todas juntitas.

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Y cómo es usual en mí, la extensión de la entrada se me está yendo de las manos así que mejor lo dejo por aquí y el fin de semana posteo el resto para que no se les haga muy pesado.

Una última línea para comentar que aunque el 'Goat’s path’ pueda parecer poca cosa, es de los primeros lugares que visité cuando estuve por primera vez en West Cork, antes incluso de tomar la decisión de mudarme. Me impactó bastante y siempre quedó el recuerdo, por ello, aún me produce una especial debilidad.

10 noviembre 2011

Los Acantilados de Moher

01.Moher

Hoy les llevo de visita al Oeste, en concreto al condado de Clare, conocido sobre todo por ser cuna de la música tradicional, por albergar el más insólito de los parques nacionales irlandeses (El Burren) y por poseer una línea costera deslumbrante que tiene como joya de la corona a los famosos Acantilados de Moher.

Moher (pronunciado con H muda), procede del gaélico Mhothair que significa 'ruina', (los acantilados de la ruina), sin embargo les puedo asegurar que no habría palabra más embustera para describir estas paredes de roca que se extienden a lo largo de unos 8 kms dando la cara al Atlántico y que en algunos tramos llegan a superar los 200 metros de altura. Lejos de tan oscuro nombre, los Acantilados de Moher son uno de los símbolos de Irlanda, probablemente el más visitado de los monumentos naturales de la isla junto, tal vez, a la Calzada del Gigante y desde luego, se ubica dentro del Top 5 de lugares indispensables por descubrir si se realiza un tour completo a través del país.

02.Moher

Se calcula que estos riscos se formaron hace aproximadamente 320 millones de años, pero fue en el siglo XIX cuando empezaron a ser utilizados como reclamo turístico, aunque realmente el boom de visitantes y la fama le llegaron en los años 60 al acondicionar la zona y adecuarla a la llegada de peregrinos en masa.

Actualmente se cobra entrada (6 euros). Creo recordar que hace años lo que se abonaba era el aparcamiento (10 euros por coche), bastante aprovechable si se viaja en grupo, pero no en mi caso, así que el sistema de hoy en día me parece más justo. La alternativa es optar por ahorrarse el dinero y aventurarse en alguno de los caminos secundarios que también llevan hasta el mar, pero en mi opinión, -y por propia experiencia-, no merece la pena: hay que andar bastante, saltar vallas y cercados, puede uno acabar con barro hasta las rodillas y además, la vista de los acantilados no es la misma.

Supongo que la principal razón que atrae a los visitantes es el impactante panorama que se abre cuando uno se acerca a los bordes del precipicio, las laderas que se disponen como en cortinas y el espectáculo de las olas rompiendo contra los roquedales. Como siempre en Irlanda, la experiencia cambia dependiendo del clima, no es lo mismo un día ventoso y desapacible que otro donde no haya ni una nube. Personalmente me quedo con el primero, la atmósfera es más genuina, pero disfrutar de una puesta de sol en verano tampoco se queda atrás.

Ejemplo de fotos tomadas en distintas épocas:

03.Moher     04.Moher

El lugar también atrae a un sinfín de fotógrafos y artistas que encuentran en los acantilados su fuente de inspiración. Además, es una reserva natural de aves, así que es normal toparse con amantes de la ornitología disfrutando, entre otros, de colonias de frailecillos, diversas familias de gaviotas, cormoranes, algún halcón y, cómo no, los omnipresentes córvidos.

Dada las características del sitio, también es lógico que sea una tentación para potenciales suicidas por lo que es bastante frecuente encontrar carteles con el número de teléfono de Samaritans (una especie de Teléfono de la Esperanza).

En la parte más alta del acantilado encontramos la Torre de O'Brien con un amplio mirador desde el que se deja ver algo de el roque que sobresale en el mar (llamado The Rocky Needle o simplemente The Stack) y en días en que la climatología acompañe se puede también apreciar parte de la bahía de Galway y las Islas Aran. Por el contrario, en jornadas grises y ventosas, podemos ser testigos de la fuerza bruta del mar y de lo que muchos surfistas consideran una de las mejores localizaciones para la práctica de este deporte en Europa.

05.O'Brien's Tower    06.Moher

Al espectáculo del paseo sobre los acantilados se une la visita (indispensable) al Centro de Visitantes, un edificio encajado en una colina al estilo Hobbiton en el que se puede repasar la geología del lugar, su riqueza biológica e incluso su papel como desarrollo de la comarca. El edificio en sí es bastante interesante e incluso ha obtenido algunos premios internacionales, además cumple escrupulosamente con parámetros medioambientales que incluyen calefacción geotermal, paneles solares y hasta su propio sistema de reciclaje.

07.Moher

También, cómo no, no se olviden que estamos en Irlanda, dispone de restaurante y de tiendas variopintas de suvenires.

08.Moher

 

(Esto son las tiendas, pero no haré el chiste fácil de 'Bolsón Cerrado' y tal).

 

 

Ahora, si de verdad quieren escaparse un poco de la multitud y de los músicos 'callejeros' (que también los hay) y prefieren vivir emociones fuertes, lo mejor es recorrer un poco los acantilados en dirección sur hasta que se acaba el camino oficial, por llamarlo así, y nos daremos de bruces con un murete de piedra que cierra el paso y una serie de carteles como estos:

09.Moher    10.Moher     11.Moher

Mi inglés es de tres al cuarto y precisamente el día que tomé esas fotos no llevaba el diccionario conmigo, así que esperé a que un grupito de gente decidiera traspasarlos y me uní a ellos, más bien porque tenía la sensación de 'estar haciendo algo travieso' y, claro, junto a una decena de personas es más fácil escurrir el bulto en el caso de que venga un guarda o el dueño de una finca y te zumbe una bronca.

Pues bueno, a partir de ese punto desaparecen las vallas y los obstáculos, sin barreras entre el océano y tú (eso sí, como se te vaya un pie...no hay teléfono que venga a acudir en tu ayuda), de todas formas, con la debida precaución en las partes más estrechas del sendero y cautela ante las rachas de viento, no debería haber problemas y es una experiencia que merece la pena. La recomiendo sin duda.

12.Moher     13.Moher

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Como ven, los Acantilados de Moher es un lugar especial pero también familiar. Incluso no sería extraño para aquel que no haya estado nunca que la estampa le resulte conocida, pues han aparecido en multitud de reportajes publicitarios, videos musicales y películas que van desde La Princesa Prometida hasta alguna de Harry Potter.

¿Por qué nunca había hablado de ellos hasta ahora? Porque reconozco que postear sobre los lugares más emblemáticos de Irlanda me da bastante respeto, no sólo por la cantidad de información a manejar sino, aunque suene a chorrada, por la responsabilidad que conlleva (yo y mis diarreas mentales).

¿Por qué hablo de ellos precisamente hoy? Porque mañana 11-11-11 puede ser un día vital en la historia de estos acantilados.

Hace varios años, y como extensión al concurso de las 7 Maravillas del Mundo Moderno, se organizó el certamen de las 7 Maravillas Naturales del Mundo. De casi 500 nominadas y después de varias cribas, se eligieron 28 que pasaron a la final y Los Acantilados de Moher en Irlanda forman parte del grupo de finalistas. Mañana será el día en el que se darán a conocer las 7 ganadoras.

Sinceramente, creo que está bastante complicado porque hay pesos pesados importantes de por medio como el Amazonas, la Gran Barrera de Coral de Australia, islas Galápagos, el Gran Cañón, etc.. pero habrá que ver si se producen sorpresas. El sistema de votaciones es público y estará aún abierto durante unas 15 horas más. Si quieren votar o curiosear esta es la página: http://world.n7w.com/new7wonders-of-nature-finalists/ (por si no lo saben, les adelanto que no hay ningún lugar en territorio español y que además votar no es gratis).

Y hasta aquí la entrada sobre los Acantilados de Moher, les copio el enlace de la página oficial donde pueden aprender más si lo desean: http://www.cliffsofmoher.ie/default.aspx

Por último, y en vista de que las fotos del post son una piltrafa (la cámara no da para más y el fotógrafo tampoco), adjunto un reportaje de imágenes en condiciones. Por favor, no dejen de verlo, sobre todo las fotos de los ciclistas (que los deben de tener cuadrados).

http://triggerpit.com/2011/05/17/magnificent-cliffs-moher-one-slip-and-you-are-dead/

Y también este video corto que es un pequeño resumen visual de todo lo que les he comentado.

Acantilados de Moher: ¡Suerte mañana!