Qué tremendamente difícil es desarrollar una entrada sobre Edimburgo, una tarea nada apetecible y es que es uno de esos lugares en los que se puede empezar a escribir sin descanso y terminar engendrando medio libro.
Lo que pretendo esta vez, aunque seguro será un fracaso, es dejar que hablen las fotos en lugar de las palabras y acompañar las imágenes (bastantes) con información útil y objetiva encontrada en la web. Eso no impide que de mi opinión personal como en otras ocasiones, pero intentaré ser conciso.
‘Embra’ , ‘La vieja chimenea’ o la ‘Atenas del Norte’ son algunos de los sobrenombres de Edimburgo, población con tantos apodos como adjetivos se le podrían dedicar. Forma el centro neurálgico de la región de Lothian y es, a su vez, capital y orgullo de los escoceses. Manteniéndome al margen de opinar sobre cuestiones históricas, políticas, de luchas de poder, monarquías, nacionalismos, etc., no creo que haya muchos lugares donde la palabra ‘patria’ adquiera tanto significado.
Para mí Edimburgo siempre ha sido un lugar especial (la primera ciudad internacional que visité y la que siempre ocupó el primer puesto en mi orden de preferencias, reafirmado tras esta última escapada). La primera palabra que se me viene a la mente al intentar describirla es ‘equilibrio’. Reúne todo lo que yo le pediría a una ciudad y en su justa medida, desde una razonable mezcla de arquitectura moderna y antigua, a jardines, zonas de esparcimiento y hasta áreas de senderismo al lado del mismo centro; posee museos de primera línea y una gran cantidad de edificios históricos que atesoran buena parte del patrimonio escocés. Está muy bien conectada por aire, mar y tierra; es universitaria, festiva y efervescente y aún así está sólo a un par de horas de las ‘indómitas y vírgenes’ Tierras Altas. Edimburgo es limpia, es muy habitable a pesar de todo el turismo en masa y posee una atmósfera cálida independientemente de la latitud.
Podría continuar pero la lista sería inagotable, simplemente permítanme que indique que sus habitantes tienen fama de snobs, aunque yo diría que los que los llaman así, se mueven más por envidia que porque de verdad lo crean. Sinceramente, yo cambiaría muy pocos detalles de Edimburgo, tal vez, un clima un pelín más benigno y unos precios más bajos, …pero en fin, la perfección no existe.
¡Menos mal que dije que iba a ser breve! Lo resumo todo en una frase: dejen de leer y vayan a reservar un billete, ¡YA!
Bromas aparte, vamos al meollo:
Las 19 fotos de la entrada están sacadas en 2 días distintos, por lo que el mismo lugar puede aparecer con más o menos nieve dependiendo del momento.
Empezamos:
La Milla Real, es una avenida en desnivel que conforma la arteria principal de la Old Town, barrio de la ciudad conformado de sus vestigios medievales y que junto a la New Town comparte la consideración de Patrimonio de la Humanidad.
La Milla Real nace en el Palacio de Holyrood
y se extiende uniendo cuatro viejas calles hasta el auténtico tótem de la ciudad: el Castillo
Durante el verano, la Milla Real se convierte en el corazón del popularísimo Festival Internacional de Edimburgo, el mayor evento sobre artes, cultura y música, de los que se celebran anualmente en el mundo. Pero cualquier época es buena para recorrer esta rambla. Y si hay suerte de que hace frío y nieva, la experiencia es similar a la de pasear por un pueblo perdido de las montañas.
Hay que ser generosos con el tiempo porque se pueden tardar horas en peregrinar de una esquina a otra, como, por ejemplo, distraerse descubriendo cualquiera de las 66 callejuelas que se abren a ambos lados.
O estudiar detalles de la arquitectura escocesa de distintas épocas en muchas de los edificios históricos que dan abrigo a la calle.
Desde el polémico y vanguardista edificio del Parlamento escocés, diseñado por el español Miralles, hasta las cámaras de la ciudad, pasando por bares, tiendas, museos, plazas, iglesias, estatuas, todo tiene cabida en esta monumental calle que aúna una amalgama de distintos estilos arquitectónicos.
Sin salir de ella, es obligada la visita a la Catedral de San Giles (‘Giles’ también es un nombre aparte de un apellido)
y también echar la vista al cielo para observar la torre de The ‘Hub’, la aguja más alta de la capital.
Una vez abandonamos la Royal Mile, podemos optar por caminar hasta la Ciudad Nueva (menos vieja sería un adjetivo más apropiado), para ello, desde el castillo hay varios tramos algo empinados en cuesta abajo que nos acercan a Princes Street, el epicentro comercial. Para ello atravesaremos algún que otro rincón idílico y pasaremos delante del glorioso Parque de Prince Gardens y del edificio de la National Gallery.
Alrededor de Princes Street hay multitud de actividades por realizar sin necesidad de recurrir a las agobiantes compras, más aún en invierno en el que además se instala una pista de patinaje, una noria, un mini parque de atracciones, una feria navideña, un mercado alemán, etc., etc.
Desde aquí, una alternativa es subir a la cercana Calton Hill, un santuario elevado salpicado de memoriales y monumentos, desde el que se gozan de vistas completas de toda la ciudad (foto 1) y también del puerto, del estuario del río Forth y de la mítica mole volcánica ‘El Asiento de Arturo’
A no ser que queramos darnos una vuelta por el muelle a echar un vistazo al yate real Britannia, Edimburgo es una ciudad en la que para desplazarse no es necesario el transporte público, todos los lugares de interés están a no más de 30-45 minutos a pie desde cualquier punto, por lo que es perfecta para pasear (siempre y cuando el clima acompañe). Algo anecdótico del primer día que fui de visita en estas pasadas vacaciones y en el que cayó una nevada de dimensiones siberianas, fue que los turistas apenas se dejaban ver por las calles y la mayoría de los que me encontré eran …españoles (supongo que para ellos, como para mí, la nieve era más un aliciente que un impedimento).
Vamos a ir concluyendo el paseo dejándonos caer por el barrio Georgiano, que me recordó muchísimo a Dublín, aunque en la capital escocesa, digamos que son más pijos y vivir en este distrito es sencillamente inalcanzable para la mayoría de los mortales.
Detalle de una de las típicas calles en medialuna y también de uno de los laterales de la Catedral Episcopal de Sta. María.
Y terminamos nuestra cita con Edimburgo de nuevo al pie de la larga Princes Street, un largo paseo desde el que admirar parte de la Old Town desde una perspectiva más terrenal.
Pero no sólo eso, porque siempre, siempre y, casi desde cualquier rincón, nos encontraremos que nuestros ojos inevitablemente se giran para posarse en el emblema, el alma, la fortaleza que guarda el corazón de todos los habitantes de la ciudad: el Castillo.
Joder vaya tocho de entrada!
ResponderEliminarPara mí era de una gran responsabilidad hablar de un sitio al que le tengo tan alta estima....Ahora que he terminado, me he releído un par de veces la entrada y creo que al final me ha salido una caquita fría de paloma.
Por cierto, ninguna de las fotos le hace justicia :(
Voy ahora a nombrar alguno de los personajes que Edimburgo ha parido y por el que deberíamos estar agradecidos: y no diré nada de Tony Blair o Susan Boyle.
Filósofos como Hume, inventores como Graham Bell, pasando por literatos como Walter Scott, Stevenson, Conan Doyle, además de que algunos de los libros de la saga de Harry Potter fueron escritos en cafés de la ciudad...Es que claro, la Rowling, que es una de las tipas más ricas del mundo vive allí (no es tonta ella ni nada). Seguimos con músicos como Ian Anderson (Alfrodo sabe quién hablo) y en cuanto a cine, podemos nombrar a Sean Connery y también la película Trainspotting (peliculón).
Ruymán, di algo de la ciudad que tu también has estado!!
JB, cuando trolees, afina, porque se te ve el plumero pero de lejos.
Me faltan 2 entradas más sobre Escocia, que como sea las meteré antes de Navidad. No serán sobre sitios concretos sino sobre generalidades....por lo menos estaré más relajado a la hora de escribirlas.
PD: Tengo que contarles una anecdotilla que me sucedió hoy, digna de la época en que estuve en La Gomera....pero de momento me callo que ya he hablado bastante....Turno de ustedes.
De tocho y caquita fría de paloma nada, chavalote. La entrada está tan bien hecha y tan bien redactada, que en el colmo de la perfección ortográfica hasta pusiste una coma entre las fotos 17 y 18. La última foto, por cierto, me gusta muchísimo. Se te dan bien las imágenes a través de los enramados arbóreos. Aunque como dices, ninguna foto hace nunca justicia del sitio en donde es sacada, por lo menos a nuestro nivel fotero.
ResponderEliminarMe encanta la city. Pasear por las calles nevadas y meterte en cualquier garito a por un cafelito y algo masticable debe ser algo que no se paga con dinero (la satisfacción del acto, no la consumición, claro). Mis viejos creo que estuvieron una vez, aprovechando un viajillo a las Highlands e Inverness. El Festival Internacional tiene que ser la repanocha. Siempre sale en los telediarios y hay un ambiente del carajo. Es curioso, porque de la ciudad me acuerdo desde sexto de EGB, cuando el profe de inglés nos enseñaba la pronunciación y para Edinburgh la cosa era algo así como "édiboo". Se me quedó el sonido metido en el cerebro.
Hablando de edimburgueses ilustres, por lo visto ya se sabe que Graham Bell no es oficialmente el inventor del teléfono, sino sólo el que lo patentó porque su verdadero inventor no pudo. Curiosidades científicas...
Bueno, como has hablado de un tal Ian Anderson, no me puedo aguantar las ganas de poner un enlace con una actuación más o menos reciente de Jethro Tull interpretando uno de sus temas más clásicos. Que la disfrute el que le de al enlace.
Cuenta la anécdota a la voz de right now. Si te recuerda a La Gomera, no tendrá que ver con tupimientos capilares de desagües...
P.D.: Se te olvidó poner la letrilla cancionil final de cada entrada.
ResponderEliminarYuos Alfrodo!!!, te acabas de meter una serendipia con doble tirabuzón y mortal hacia atrás. Ahora te explico, pero antes déjame que te dé las gracias por el apunte de Graham Bell (estos británicos apropiándose del éxito de otros :)).
ResponderEliminarLa coma no la había visto...jajaja
En cuanto a las fotos, efectivamente nuestro nivel fotero es bastante jipi y no sé por qué, pero lo de las fotos con árboles delante es una puñetera manía que tengo, como si con eso le fuese a dar más personalidad a la imagen o algo así, fíjate tú.
Tremendo el enlace...Aqualung es la típica canción, como Stairway to Heaven y otras así de largas (y buenas) que como oiga más de 5 segundos seguidos ya tengo que escucharla entera, es casi compulsivo. (Al Ian se le ve todavía en una forma bastante óptima para sus años).
Lo de poner letrilla al final es algo que ya no hago en todas las entradas (pensé que la estaba comiendo un poco), de todas formas si a ti se te ocurre alguna, la jincamos dentro a la voz de ya. Tanto por la letra como por los orígenes, 'Aqualung' le venía como anillo al dedo al post, sin embargo, siempre he intentado no repetir intérprete...jajaja. Y aquí viene la serendipia, por el enlace que mandas y porque parte de la canción ya fue utilizada una vez. En concreto en esta entrada:
Escarchado
(fíjate en la fecha ---- pedazo de coincidencia).
Por cierto, mis deseos de aquella época se han visto cumplidos con creces este año...de hecho, ahora mismo está nevando otra vez :P
Mierda, otro comentario super largo...ya hablaré de la anécdota más tarde... y no tiene nada que ver con 'pendejos'...jajajaja.
Joder, pues sí que nos ha salido serendipioso el día, sí. Recordaba que en algún momento llegaste a poner una letra de Jethro Tull, pero que fuera hace justo un año... De todas formas el inductor moral has sido tú, por nombrar a Ian Anderson, jajajaja. Y sí que está en forma aunque supongo que ya no se pasará medio concierto con una pierna levantada como antes.
ResponderEliminarAnécdota sucedida ayer:
ResponderEliminarEsto era un tipo calvo con gafas que iba conduciendo su coche por una de las carreteras cercanas a 'Cordón de zapato', cuando de pronto se encuentra otro vehículo de frente. En la estrechez del camino, era imposible pasar sin que uno de los dos se hiciera a un lado...El primer tipo era yo, evidentemente (iba a contar el rollo en tercera persona, pero va a ser que no, porque la cosa se complica). Pues nada, el último apartadero detrás de mí estaba como a 150 metros, mientras que justo, justito detrás del otro vehículo había un hueco bastante grande donde meter el coche, ...estuve esperando un buen rato (digamos medio minuto)...y el otro conductor (un anciano con gafas de culo de botella y boina), no hizo ni el más mínimo gesto...simplemente se plantó allí esperando a que yo moviera mi coche (ni siquiera giró el cuello o alzó la mirada al espejo, buscando un sitio, es que ni se inmutó. Por un momento pensé en aceptar el desafío y ver quien se rendía antes, al fin y al cabo, el sólo tenía que mover su coche 5 metros y yo 150, con lo que la razón teórica era mía, pero al final y como yo tenía prisa y además porque empecé a pensar en historias de granjeros con escopetas, etc...decidí dar marcha atrás todo el puñetero tramo hasta sacar mi coche de la calzada...y este 'señor' circuló como si tal cosa al lado de mí y ni tan siquiera me miró...
Al llegar a 'Cordón...' le comenté el caso a mi casero y le dí la descripción del sujeto y de su coche...Y va y me dice...ahhhh síii....es 'fulanito' (omitiré el verdadero nombre por si acaso)...tiene 80 y pico de años y no ve tres en un burro, ni siquiera tiene carnet de conducir y no sólo eso, es que además no tiene seguro en el coche, pero nunca lo han 'cazado' o 'han hecho la vista gorda'
Ok, ok...le dije...todo eso lo entiendo....pero, ¿por qué coño no se apartó del camino?
Respuesta: Es que no sabe dar marcha atrás.... :)
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Ya digo, este tipo de cosas me recordaron a La Gomera...(vida sin estrés...mentalidad del estilo: 'me planto en medio de la calzada y me pongo a hablar con el vecino...y si te interrumpo el paso, te jodes...y si tocas la pita te miraré como si estuvieses chiflado'....en fín)
Excelente entrada Miguel, como dijo un amigo tuyo "de caquita" nada jajaja. A mi por lo menos me has ilustrado, y las fotos me gustaron mucho. Creo que a todos los canarios cualquier ciudad con algo de nieve por encima nos llamará siempre la atención.
ResponderEliminarChacho tenía que comentar acerca del viejo ese con el que te cruzaste en la carretera. En la Irlanda rural se ve cada personaje que parece sacado de un capítulo de la Hora Chanante. ¡¡Y la coña es que son legión!!
Yo me acuerdo una vez que iba con la bici tan tranquilo, y me cruzo con un tractor conducido por un knacker de no más de 12 años... FUMANDOSE UN CIGARRO tan tranquilo. Momento "WTF".
Sicofonía, gracias.
ResponderEliminarNo puede ser más acertada la comparación con la Hora Chanante, jajaja (menos mal que estás tú aquí para corroborar las historias que yo cuento, que luego mis amigos me dicen que soy un exagerado).
Oye, y yo que pensaba que los knackers sólo estaban en Dublín!
Venga, saludos.
Uy hemos recibido una linda postal de Escocia!! (te tengo q dar nuestra calle de san mateo ;)
ResponderEliminarA mi los fotos me encantan con árboles, verjas o lo q sea delante que le dé personalidad o ese toque q tanto me gusta. Me encanta la primera foto de la anterior entrada.
Bueno, luego leo tu anédocta de ayer q no me ha tocado nada y sigo en el trabajo.
gracias y bs
yai
¡Caracho!, yo también he recibido una nívea postal. Muchas gracias, hombre.
ResponderEliminarBueno pues me alegro que hayan llegado a tiempo (con el clima y vuelos cancelados y todo el tema yo me suponía que llegarían el año que viene a pesar de que las mandé, pues eso, hace 2 semanas).
ResponderEliminarYai, la dirección de SM se la había pedido a Sigua, pero me dijo que todavía las señas no estaban muy claras, por eso, al final, Teror.
Alfrodo, Mayall (impresionante) también estaba en mi top 10.
Esta noche otra entrada nueva...:)
Yo no troleo, hago comentarios sobre las impresiones que me causan ciertas situaciones.
ResponderEliminarBueno, las fotos no están mal, el castillo de “Édibooo” curiosonas, el castillo de la luz aquí en nuestra tierra tampoco esta mal, y bajando por Mata para abajo hay también una edificación semejante.
Coincido con Sicofonia que a nosotros nos ponen un vertedero, por exagerar un poco, con un montón de nieve encima e igual nos flipamos todos cual Maestro (léase Miguel) en una fabrica de chocolate.
La anécdota del vejete con el coche ha estado bien, aunque como siempre hay que atenuar la impresión que causa debido a la fuente de la que proviene, ya sabemos que es más exagerado que pico de tucán, pero bueno.
Y coincido contigo en cuanto a lo de tocho de entrada, nada mas que añadir a ese comentario tuyo tan acertado.
Bueno un saludo a todos y feliz navidad y esas cosas.
P.D. Todo buen blog que se precie debe de tener su trol LOL