La primera de las entradas sobre Escocia, viaje focalizado en las dos principales ciudades, Glasgow y Edimburgo, como no se podía esperar de otra forma de unas vacaciones por esas latitudes en el mes de diciembre. Turismo de ciudad donde pretendía encontrar algo de frío y quizás un poco de nieve y me vi agraciado con mucho, demasiado de las dos cosas.
Senté mi base en un barrio de las afueras de Glasgow, en Cathcart, a apenas 5 paradas de tren del centro. Un lugar ideal desde el que explorar la ciudad y también bastante económico, sobre todo si comparamos los precios a los de Edimburgo.
¿Qué datos de interés se pueden ofrecer de la ciudad más poblada de Escocia? Pues analizando un poco la Wikipedia más alguna información que aporto yo, podríamos resumir que 'Verde y querido lugar', significado de su nombre en gaélico, es una urbe que se extiende a orillas del río Clyde, que no es especialmente bonito pero sí lugar que vio nacer uno de los astilleros navales más importantes del mundo, además de su puerto, de importancia indiscutible en la revolución industrial y en el desarrollo del Imperio británico.
Población más visitada del Reino Unido, después de Londres y Edimburgo, el lugar aún retiene muchos rasgos de su pasado, una arquitectura victoriana perfectamente conservada que permanece casi intacta mientras que por contraste, nuevos edificios continúan abriéndose paso en pos del progreso, no obstante, la industria sigue siendo la principal fuente de ingresos (Y Adam Smith que lo vea)
En un análisis riguroso sobre belleza arquitectónica, Glasgow no quedaría en mal lugar, lo que ocurre es que al estar situada tan cerca de Edimburgo, todo el mundo tiende a compararlas y en ese caso solo hay un color. Sin embargo, la gran virtud de Glasgow radica en su personalidad que se palpa en sus calles siempre bulliciosas, en la apabullante oferta deportiva y cultural –capital europea en 1990-: música, museos, galerías, teatros, fútbol, rugby, etc., también se disfruta del buen beber (tabernas de todos los colores) y mejor comer (desde lo más clásico, pasando por restaurantes étnicos, hasta llegar a las apuestas más arriesgadas como les comentaré en alguna entrada más adelante).
Hay dos rasgos distintivos de los ‘Glaswegians’, sus habitantes. El primero es que hablan su propio dialecto, basado en el inglés, por supuesto, pero con un marcadísimo acento –escocés- y con multitud de expresiones y palabras propias que a veces lo hace muy dificultoso (en estos casos y basándome en experiencias pasadas, no suelo comunicarme demasiado los primeros días, sólo lo imprescindible y simplemente me dedico a escucharlos cuando conversan, en cafeterías, el tren, etc., aprender a llevarme por la cadencia de los tonos –son bastante musicales, como los irlandeses del sur y del oeste-, y al final, las palabras suelen aparecer en los oídos como por arte de magia). La segunda característica a valorar de los Glaswegians es que son tremendamente amistosos (tienen gran fama por esta razón) y a mí no me quedó ninguna duda al respecto. Pongo como ejemplo que bastaba con pararse en alguna esquina a buscar el nombre de una calle (sin ni siquiera tener el mapa en la mano) y en seguida se acercaba alguien a ayudarme en caso que estuviese perdido.
Vamos con ciertos puntos de obligada visita (algunos los había visitado hace 7 años cuando pasé por Glasgow por primera vez, la verdad, es que no recuerdo grandes cambios, aunque yo por aquella época era bastante cándido en cuanto a viajes internacionales, iba alelado por todos los sitios y no era siquiera capaz de articular una frase de más de 5 palabras seguidas en inglés). Menos mal que cumplir años sirve para algo.
Buchanan Street (una de las principales arterias peatonales de la Merchant City, distrito comercial)
George Square y el Ayuntamiento
Los alrededores de la Catedral están plagados de edificios históricos como la Provand’s Lordship (el más antiguo de la ciudad), la Necrópolis o el Museo de Arte Religioso. Es una zona ideal para pasear (incluso con nieve)
Al otro lado de la ciudad, hacia el oeste, nos encontramos con otro grupo de museos y el gran complejo de la Universidad.
Debido a las condiciones meteorológicas, el servicio de transporte se vio seriamente afectado y por consiguiente muchos museos cerraron durante varios días (el personal no se pudo trasladar), de forma que tuve que acercarme varias veces a esta parte de Glasgow, algo que no me importó porque entre la estampa de estos edificios bajo la nieve era realmente espectacular.
Aquí les presento varias fotos externas de la Galería más importante de Escocia, el Kelvingrove Museum (un colección ecléctica que va desde pintura y escultura, a cerámica, armas, geología, historia natural, etc., se tardarían semanas en disfrutarlo en su plenitud, de todas formas, como casi todos los museos estatales británicos, ya se imaginan, la entrada es gratis.
La Universidad de Glasgow (una de las tres de la ciudad) es uno de los lugares que más me impactó en mi primera visita y admito que ver esos edificios neogóticos, esta vez, decorados con una gruesa capa blanca realzan verdaderamente la grata impresión que me causaron en aquella ocasión.
Los claustros y columnatas interiores son increíbles e invitan al sosiego y a la lectura, al estudio en definitiva, (siempre y cuando uno no se encuentre con una ensordecedora manifestación estudiantil de las muchas que se están convocando actualmente en el Reino Unido), –justamente reclaman que no les suban las tasas, por cierto.
Los exteriores son simplemente deslumbrantes. Ilustro el ejemplo con la foto de cabecera de la entrada y esta otra):
Hay miles de detalles que se podrían mencionar sobre Glasgow, algunos podré desgranarlos en posteriores entradas, otros no, sin embargo, no puedo despedirme hoy sin nombrar la figura de Mackintosh, un personaje que es a Glasgow lo que César Manrique a Lanzarote, o Gaudí a Barcelona.
Arquitecto, pintor, diseñador, murió casi en la miseria y en el olvido, pero hoy en día (junto a su esposa, aunque en menor medida) se le considera el mayor exponente del Art Noveau en el Reino Unido.
Glasgow está salpicada de edificios proyectados por él (Willow Tea Rooms, Mackintosh House y otros), pero el más significativo es sin duda la Escuela de Arte, aún en funcionamiento y que está considerado el más importante edificio construido en Gran Bretaña en los últimos 175 años.
Les dejo con algunas fotos exteriores, lamentablemente no están permitidas en el interior donde sin duda reside la riqueza de esta original facultad.
“...So far from the Clyde,
together we ride, we did ride…”
So far from the Clyde - Mark Knopfler
Un par de apuntes más:
ResponderEliminarCon los equipos de fútbol típicos de Glasgow pasa un poco como el Everton y el Liverpool:
El Celtic Glasgow representa a los católicos y nacionalistas (son descendientes de irlandeses y se nota también en los colores).
El Glasgow Rangers representa a los unionistas y protestantes.
Y en cuento a música, si se fijan en la Wikipedia, Glasgow es una ciudad prolífica de músicos de primera línea: los hermanos Young de ACDC, Amy Macdonald, Jimmy Sommerville, Franz Ferdinand, Mogwai, Simple Minds, Travis, Texas (los de los 2 primeros discos), Jesus and Mary Chain, Primal Scream...y muchos más...pero déjenme que destace al maestro entre los grandes...Mark Knopfler.
Creo que ya lo puse una vez, pero vuelvo a meter el enlace de la canción 'So far from the Clyde', un temazo de tintes celtas que para mí es la joya del último disco..Una canción nostálgica sobre el final de la vida de uno de esos barcos que nacían en los astilleros de Glasgow y que una vez botados nunca volvían a ver el río. Él mismo cuenta en el disco como de pequeño le encantaba quedarse dormido escuchando los bocinazos de los barcos cuando cruzaban el río en medio de la niebla.
El Maestro
Sigua, el chiste esta risa, mañana cuento yo uno si no se me olvida, pero por hoy he hablado bastante. :)
Yai, tengo que pensarlas un poco, pero mañana escribo mis 6 palabras, prometido :)
¡Bufff! Cómo debe ser estar tan cerca del círculo polar en estas fechas. Se me congelan los tuétanos sólo de pensarlo. Aunque se ve soleadito, ese sol tiene pinta de calentar menos que una foto de Carmen de Mairena en pelotas...
ResponderEliminarComo siempre, tu verbo fluido y amena prosa (me he puesto en plan JB, que me llamará pelota, fíjate tú) permiten al lector envidiarte si cabe un poco más, ya no digamos si vemos las fotos. En fin, salvo guerra nuclear o lluvia ácida superconcentrada, los edificios seguirán ahí para cuando las hoy anoréxicas vacas engorden un pizco.
No se te olvide mencionar en el apartado musical y refiriéndote a Escocia entera, los sonidos de gaitas prohibidas en lugares prohibidos.
No me ha costado mucho pensar mis seis palabras, que además pongo en forma de frase: Este año fue una puta mierda. Ahí queda eso.
Coño, no he escuchado aún el "Get lucky". Me pongo a ello ya.
ResponderEliminarSencillamente genial, claro.
ResponderEliminarAlfrodo, la verdad es que casi todos los días, lo creas o no, estuvo soleado, pero juoss...la hostia!
ResponderEliminarLas gaitas pegan más con Edimburgo, aunque no creo que tenga espacio para hablar de ellas en la entrada que le pienso dedicar. Es frustrante tener que resumir en un post todo lo que a uno le gustaría hablar, sobre todo en cuanto a ciudades que se podrían decir mil cosas. Es por eso que de momento me niego a hacer entradas por ejemplo de Dublín, porque habría que desmenuzarlo en muchas partes.
Se me olvidó Snow Patrol también...fíjate tú (las musas de JB).
No te preocupes que las vacas gordas volverán...y en cuanto al año pues ya se acaba y seguro que el que viene se dará mejor.
En cuanto a mis 6 palabras, la verdad es que se me han ocurrido muchas más, pero bueno...hay un poco de todo: Iniesta, médicos, Berlín, nieve, internet, DMB.
Voy con el chiste que prometí... Lo escuché en la radio la otra mañana, va sobre la climatología de estas semanas y advierto que es un 'poco' machista...jajaja
Un tipo de estos 'farmers' de estilo rudo hablando de su esposa: "...lo que más me revienta de la nieve es que mi mujer deja de hacer los quehaceres del hogar y se pone a mirar por la ventana todo el santo día como una boba..., aunque en fin, si sigue haciendo este frío, voy a tener que dejarla entrar..." :P
Me gusta la fachada de la escuela de arte de Glasgow, muy guapa. Tiene buena pinta la ciudad, pero claro, siempre hay que tener en cuenta que esta información viene de quien viene, y eso de la objetivada, pffff…jajaja.
ResponderEliminarAlfrodo, no te llamo pelota, estoy completamente de acuerdo contigo en que, una de tantísimas virtudes que adornan a Don Miguel es el ser poseedor de un verbo fluido y una amena prosa.
Michael, no confundas, Snow Patrol son tus musas, vale que las descubriste a través de mi, pero se convirtieron en tu leimotiv por un tiempo y Mark Knopfler esta sobrevalorado, lo único destacable que tiene es la cinta para la frente que solía lucir en los conciertos, Alfrodo sabe porque lo digo.
Un saludo a todos, incluido Orejas.