En el condado de Tipperary se haya uno de los complejos medievales más distintivos de Irlanda. La relevancia de este monumento nacional es tan alta que siempre se lo ha considerado parte del Top 10 imprescindible si se visita el país y, aunque no lo crean, en este blog aún no se le había dedicado un post, así que para salvar la deuda histórica, recompensamos con 3 artículos en exclusiva: el primero dedicado a la historia, el segundo a la arquitectura y el tercero (seguramente el que más les interese) a las leyendas y anécdotas de ‘la Roca’. Así pues, iniciamos la tarea. Hoy toca sumergirnos en las aguas del pasado…
La Roca de Cashel se asienta sobre una elevación caliza que destaca en la llanura circundante sobre la que reposa la localidad de Cashel. El término ‘cashel’ significa fortificación en irlandés y esa fue precisamente su función desde el siglo IV, servir como fuerte y residencia de los reyes de la provincia de Munster.
Los Eóganacht fueron la primera dinastía de soberanos con la que Cashel cobró importancia entre los siglos IV y V, un poder que se prolongó hasta el siglo X. Eran ellos los que reinaban cuando San Patricio pasó por la Roca en el siglo V y convirtió a los descendientes del rey al catolicismo, este hecho es bastante importante pues en siglos posteriores numerosos mandatarios del clan Eóganacht compaginarían sus reinados con elevadas posiciones en la jerarquía eclesiástica.
En el siglo X, la dinastía Dál Cais procedente de la región del Lough Derg en el Oeste derrocarían a los Eóganacht y se harían con el trono de Cashel. Aquí entra en juego la archiconocida figura de Brian Ború, ¿les suena? No se preocupen que en próximas fechas también hablaré de él pues este año se cumple un importante aniversario. Brian Ború –de la dinastía Dál Cais- reinó en Cashel desde el año 978 y no solo eso sino que fue el primer rey de Munster que además llegaría a convertirse en soberano de Tara y por lo tanto en High King, en otras palabras, Gran Rey de Irlanda.
A principios del siglo XII el rey vigente de Cashel, Muirchearach O’Brien, en una astuta jugada política, decidió ceder la Roca a la Iglesia y de esta forma se apuntó 2 tantos: por un lado se auto postuló como reformador de la doctrina religiosa en la isla y, por otro lado, dejó a 2 velas a sus rivales y aspirantes a recuperar el trono de Cashel, los Eóganacht. Años más tarde estos últimos volverían a disfrutar de cierto poder sobre la Roca y construirían quizás el que es ahora el más importante edificio del complejo, la Capilla de Cormac (aunque esa historia la dejaremos para el post dedicado a la arquitectura).
Entre los siglos XII y XV/XVI se construyeron la gran mayoría de los edificios (la catedral, la torre circular, la Sala de la Coral, etc.) que pueden admirarse hoy en día. Todas las estructuras anteriores a ese periodo se han perdido posiblemente por el tipo de material perecedero (madera, etc.) del que estaban realizadas.
A mediados del siglo XVII la roca fue saqueada por Lord Inchiquin en nombre del Parlamento Inglés durante las Guerras Confederadas de Irlanda. Muchos de los habitantes del pueblo se refugiaron en la catedral pensando que en terreno sagrado estarían a salvo, pero acabaron siendo masacrados a miles (se calcula que unos 15000) –las salvajadas propias de la época. Por cierto, Lord Inchiquin acabaría arrepentido de esta matanza e incluso se convirtió al catolicismo hacia el final de su vida. Hoy día sus restos descansan en la Catedral de St. Mary en Limerick. Aclaro que Lord Inchiquin es un título nobiliario y, por tanto, personas con ese sobrenombre ha habido muchas en la historia de Irlanda. Este, en concreto es Murrough O’Brien (descendiente, para más inri, de Brian Ború).
A pesar de los daños tras el saqueo, los edificios de la Roca de Cashel siguieron utilizándose hasta mitad del siglo XVIII, momento en el cual el obispo pensó en trasladar la sede de la diócesis al pueblo. A partir de este momento la Roca entró en decadencia y un siglo más tarde, en 1848, en plena Gran Hambruna, el tejado de la catedral se derrumbó así como gran parte de la estructura de la casa-torre (castillo) y el conjunto entero no dejaría de deteriorarse aún más hasta que en el año 1875 se le diese el estatus de Monumento Nacional y se iniciaran los trabajos de conservación.
Desde hace aproximadamente 4 décadas todo el complejo de la Roca ha pasado por distintas fases de restauración, en la actualidad los trabajos se centran en la conservación de los frescos de la capilla Cormac y es por ello que no es raro ver algunas de sus secciones cubiertas por andamios (un incordio a la hora de sacar fotos, pero vaya, es un mal necesario).
Hoy día la Roca de Cashel está bajo tutela gubernamental y de su gestión se encarga la OPW (Oficina de Trabajos Públicos).
Página oficial - http://www.heritageireland.ie/en/es/Sureste/LaRocadeCashel/
Los emplazo a la próxima continuación de este post en el que haremos hincapié en sus principales edificios y curiosidades arquitectónicas…
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