15 mayo 2012

El ángel guardián de Irlanda en Canarias

Precisamente hoy, que me toca viajar desde Irlanda hasta Gran Canaria (no por turismo, más quisiera yo), les traigo un artículo que une la Isla Esmeralda con las Islas Afortunadas. Es una entrevista publicada en el periódico online Herald en la que se dialoga con Víctor Auz, un español que hace labores consulares para los irlandeses que visitan Gran Canaria.

El enlace original es este: http://www.herald.ie/news/meet-irelands-canary-islands-guardian-angel-3104867.html Yo simplemente me he dedicado a traducirlo. Espero que la encuentren tan interesante como me lo pareció a mí y aprovecho para dar las gracias a Pilar Vergel Serrano que fue la persona que compartió el artículo en el grupo de Facebook ‘Locos por Irlanda’.

Aquí va:

Conoce al Ángel Guardián de Irlanda en Canarias

Sinead Ryan entrevista a Víctor Auz, el hombre que echa una mano a los irlandeses en apuros cuando están de vacaciones.

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Sinead Ryan y Víctor Auz (fuente original de la foto – Herald.ie)

 

 

La serie de Channel 4 'Nuestro hombre en...' que se centraba en embajadores y cónsules se convirtió inesperadamente en todo un éxito.

Millones de telespectadores asistían a su cita semanal para ser testigos de los contratiempos y adversidades que sufrían los británicos en el extranjero; ya estuviesen borrachos, o fuesen abandonados, criticados, encarcelados y hospitalizados en lugares turísticos europeos, ahí estaban los saturados consulados para intentar calmar las aguas.

Gran Canaria, la más poblada de las Islas Canarias, y una meca del turismo, alberga al menos 44 consulados generales.

'Nuestro hombre en' ...este predilecto lugar de veraneo es Víctor Auz, un abogado español de 77 años que ha estado atendiendo a ciudadanos irlandeses en aprietos durante 20 años. Casi 400 mil turistas irlandeses (el 31% de los que eligen España) visitan Canarias cada año en busca de sol, mar y sangría, así que mantienen a Víctor ocupado.

"No soy un embajador que represente a su país diplomáticamente. Mis funciones no son esas, excepto tal vez durante el día de San Patricio en el que asisto a actos. No soy más que un abuelo para los ciudadanos irlandeses con dificultades aquí", me dice.

Menos fiestas glamourosas y más el que te llamen a las 3 de la mañana porque algún cretino bebió más de la cuenta, le digo, pero el simplemente sonríe.

"El alcohol está presente en más o menos el 50% de mi trabajo", dice. "A veces las peleas comienzan sin razón aparente; en mi primer año, cinco chicos irlandeses se enfrentaron con algunos de sus compañeros británicos y empezaron a zurrarles 'solo porque eran ingleses'. Dos de ellos acabaron en comisaría y a mí me requirieron para ofrecer asistencia consular. Por lo general termina en una multa, pero a veces pierden el avión de vuelta. Tenemos algunos jóvenes que anoche decidieron destrozar su apartamento y ahora están detenidos".

"La justicia española es con frecuencia muy lenta, pero la agilizan para los turistas. Si pagas por los daños, te dejan marchar".

A Auz le intranquiliza que los ciudadanos posean unas expectativas demasiado altas sobre él.

"Durante el boom, muchos irlandeses compraron viviendas aquí y en ocasiones se sintieron defraudados con las obras. Todo lo que yo podía hacer era suministrarles una relación de abogados que hablaran inglés. Ellos querían que les recomendase uno, pero ni tan siquiera eso puedo hacer".

Auz es compresivo con las contrariedades burocráticas y admite que 'a veces' sortea un poco las reglas para aligerar los trámites.

"Teníamos a una señora que deseaba repatriar el cuerpo de su hijo de vuelta a casa después de que falleciese aquí. No contaba con dinero. Yo no dispongo de presupuesto para un procedimiento del calibre de una repatriación, pero fui capaz de correr la voz y la comunidad española del lugar se movilizó y se hizo cargo de los gastos. Fue hermoso".

Otro aviso fue para asistir a dos hermanos detenidos por robo

"Uno de ellos golpeó a la dueña del bar durante el incidente y agredió a un policía. Yo me aseguré de que dispusiesen de un abogado, informé a su familia y contacté con la policía de su localidad para confirmar la identidad".

Los irlandeses a los que se les presenta alguna dificultad creen que el Cónsul General tiene poderes, y fondos, pero no es así.

"No recibo ningún sueldo por esta función - es completamente voluntaria", dice.

"Originalmente, había dos ciudadanos irlandeses dispuestos a hacer la tarea. Ninguno de los dos aceptó cuando se enteraron de que no sería remunerada".

"Mi padre también era abogado y ayudaba a muchas organizaciones benéficas. Yo crecí a su lado y le utilicé de modelo".

Aunque los delitos triviales ocupan buena parte de su lista de 'quehaceres', Auz reconoce que visita con más frecuencia los hospitales que la cárcel".

"En ocasiones la gente mayor acude aquí y no se dan cuenta de lo intenso que puede ser el sol; acaban con un golpe de calor. Los médicos no siempre dominan el inglés y mi función es la de traducir.

"En Navidades me llamaron después de que un hombre se desmayase en una discoteca con la sospecha de que fuese un infarto. Cuando llegué al hospital, lamentablemente había fallecido, sin embargo, en lugar de encontrarme a alguien de veintitantos, descubrí que era un señor de 80 años. La señora en la sala de espera estaba muy disgustada y le ofrecí mi auxilio. 'Debes telefonear a su esposa', me dijo.

"Resultó que el señor estaba, eh.., de vacaciones con aquella señora y todas mi habilidades diplomáticas tuvieron que entrar en juego aquella noche".

Auz 'adora' Irlanda y particularmente su música.

"Estuve muy al tanto de comprobar que habían elegido a Michael D. Higgins como Presidente", dijo.

"¿Sabe una cosa?, He recibido tarjetas de Navidad enviadas por él durante 20 años. No lo conozco y nunca me lo he encontrado, así que imagine mi sorpresa cuando me enteré del resultado electoral".

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