27 febrero 2012

Diamond Hill (1ª parte)

En Irlanda no basta con revisar el pronóstico meteorológico el día antes de planear una excursión, hay que estar preparado para cambios repentinos de clima, lo que sucede a menudo, y siempre es recomendable barajar alternativas en caso de que las cosas se tuerzan de forma irreversible. Aún así, en ocasiones, bien por tener el antojo de visitar determinado lugar, o bien, por pura cabezonería, se terminan por obviar todos los factores negativos y se tira pa’ lante (sobre todo si es por hacer algo tan apetitoso como subir un pico que se venía resistiendo mucho tiempo).

01.Connemara

 

Elegí un mal día para dejar de esnifar pegamento subir montañas.

 

 



Fecha: 23 de septiembre de 2011.

Lugar: Diamond Hill, Parque Nacional de Connemara.

Condiciones atmosféricas: Vendaval del demonio y alerta de una incipiente tormenta perfecta.

Allí estaba yo, en el centro de visitantes del parque, calculo que serían más o menos las 2 de la tarde, con un ojo puesto en la montaña y el otro en el cielo, rumiando la posibilidad de cancelar el plan por tercera vez en dos años. Analizándolo fríamente lo más sensato hubiese sido dejarlo para otro momento. Es cierto que al menos la cumbre no estaba encapotada (no todavía), la visibilidad era buena y la lluvia no había hecho acto de aparición (no todavía), pero el vendaval que se cernía fuera era tremendo, el viento azotaba los árboles alrededor y los troncos se agitaban para todos los lados como si fuesen de goma. Era de esperar que conforme iniciase el ascenso, las ventisca no fuese a amainar sino todo lo contrario.

La decisión estaba casi tomada: ecuación rentabilidad / riesgo con resultado negativo, mejor no tentar a la suerte, pero de todas maneras, fui al mostrador de información a pedir consejo o, más bien, a venderles mis penas. Dos señoras, una mayor y otra más joven, me atendieron.

“No, chico, ni se te ocurra, no con este tiempo, es una locura, por allí arriba puede ser muy peligroso”. Las dos se pusieron de acuerdo inmediatamente. “¿Creen ustedes que lloverá?” les pregunté. “lo que me extraña es que no haya empezado todavía” fue la respuesta. “¿Y aproximadamente cuanto se tarda en subir y bajar?…porque yo he leído que unas 3 horas, pero he estudiado el mapa y el recorrido y me parece que se puede hacer en bastante menos”. Aquí una de ellas, la joven, adoptó una actitud socarrona, casi sarcástica: “ya,…los mapas, los mapas,…sólo te aclaro algo, a las cinco y media cerramos y nos vamos a casa…lo digo por si te pierdes, …ah, por cierto, en la cumbre seguramente no haya cobertura”. Por alguna razón que desconozco, mi cerebro se encargó de procesar todo al revés y cuánto más negro me pintaban el panorama, más crecían las ganas de ir. “Esto…una última pregunta” –las sondeé un poco más-, “¿hoy no ha intentado subir nadie?”. La mayor miró a la montaña desde su posición y afirmó: “Oh, sí,, hay varias personas, creo que tres, salieron hace un buen rato, …pero, ¿te cuento un secreto?, se darán la vuelta antes de hacer cima”. Se miraron entre ellas y se rieron a carcajadas. “Muy bien, muy bien pues,…¿saben qué? Me importa un carajo lo que dure la caminata, el viento, la lluvia y lo que esté por llegar…lo voy a intentar”. Las palabras sonaron extrañas cuando las escuché salir por mi boca (…coño, no me puedo creer lo que acabo de soltarles, igual he firmado mi parte de defunción). La señora mayor se giró de espaldas y no quiso saber más del asunto, la más joven, sin embargo, me miró con desdén y me despidió con un “tú mismo”.

02.Diamond Hill

 

Diamond Hill, allá vamos…

 

 



Adorable imagen de la colina, bucólica incluso, …que lástima que no se aprecie la velocidad a la que pasaba ese ejército de orcos disfrazados de nubarrones negros.

La parte inicial del sendero era bastante sencilla, buen firme, pendiente moderada y letreros perfectamente legibles, el único pero, cómo no, el viento, que atacaba a ráfagas impetuosas y no permitía caminar con comodidad. Al cabo de media hora, cuando el desnivel se empezaba a notar, y también la vergonzosa falta de forma física, las rachas huracanadas eran tan salvajes que ya no se podían dar más de tres pasos derechos.

03. Diamond Hill

 

Por fortuna, la lluvia se resistía a aparecer.

 

 



Cerca del punto medio de la ascensión, el terreno se vuelve muy poco práctico, inestable y pantanoso, por ello, han acondicionado una senda de tablones semi aérea para hacerlo todo más sencillo (siempre y cuando el viento no sople como lo hacía, claro).

04.Diamond Hill

Esta parte la tuve que hacer a gatas y a cámara lenta, porque la fuerza eólica se empeñaba en empujarme hacia la ciénaga…(me acordé mucho de las dos señoras del centro de visitantes, aunque al menos no les daba el gusto de que presenciaran mi humillante postura).



 

Poco después alcancé el letrero que señala la verdadera subida…

05.Diamond Hill

 

Momento de descanso y de recuperar fuerzas. Si hay que darse la vuelta, mejor tomar la decisión ahora, las peores pendientes y los tramos para emular a Jesús Calleja todavía están por llegar.


 

Opté por meditarlo un breve instante mientras aliviaba líquidos, labor nada sencilla por otra parte. Probé a colocarme de cara a la montaña y de espaldas al viento,…las ráfagas venían desde detrás y me desequilibraban, pero intenté coordinarme y para ello me apoyé firmemente en el bastón. No se si cerré los ojos o no, pero en plena faena, me pareció escuchar voces cercanas, aterrorizado comprobé que una pareja de jubilados se aproximaba justo de frente…Flipping Heck! ¡Cáspita!, ¡recórcholis!. Impulsivamente me di la vuelta sin haber acabado de vaciar la vejiga y …voilà…me infligí la más bizarra ‘auto golden rain’ que nadie haya jamás imaginado…

(Continuará)

9 comentarios:

  1. Gracias Dios, gracias por ese último párrafo...

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    1. Sabía yo que te iba a dar envidia, pero te fastidias, me pasó a mí, jajaja

      Me encantan los eufemismos...en realidad, la forma correcta de decirlo era 'golden shower', de todas maneras, hay otro todavía más gracioso 'watersports'!!!

      Bueno, quedan 2 entregas más de la aventurilla (más morbo). Mañana por la noche posteo la segunda parte.

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    2. Poesía típica de Cobain, el Ramoncín americano

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    3. Smell like litros de alcohol

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  2. Esas jodías mujeres, se ponen a provocar...

    Vale, te auto miccionaste. Pero al final hay hostia, ¿no? Jajajaja.

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    1. Sí Alfrodo,...everywhere!

      Mmmm...sin adelantar acontecimientos, ocurrió una cosa peor que lo de la auto micción, jajaja

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  3. No se porque me viene a la mente una gran canción del artista antes conocido como Prince...

    I never meant to cause you any sorrow.
    I never meant to cause you any pain.
    I only wanted to one time see you laughing.
    I only wanted to see you laughing in the golden rain.

    Golden rain, golden rain
    Golden rain, golden rain
    Golden rain, golden rain

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  4. Por cierto, ayer Alfredo y yo disfrutamos de dos trolleadas punto farloperas, sobre todo la de Joaquín Ramos Marcos, brutal. Cuando vuelva de clase pongo vídeo

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  5. I'm turning my head up and down, I'm turning, turning, turning, turning around and all that I can see is just ANOTHER LEMON TREE...

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