19 abril 2011

El 13 de Georgian Dublin St.–3º parte (Los visitantes)

Si exceptuamos la visita de un zorro nocturno en busca de comida (sí, en el Dublín urbano también los hay) y los gatos de los alrededores, a los que no alimenté, pero que en venganza utilizaron los bajos de la mesa del jardín a modo de retrete, durante mi estancia en esta casa del Dublín georgiano recibí dos visitas que no se pueden catalogar simplemente de anecdóticas porque sería quedarse corto.

La primera de ellas ocurrió uno de los primeros días, sobre las nueve de la noche. Yo me estaba terminando la cena, con un ojo pendiente del detector de gases, ya saben, cuando sonó el timbre de la puerta. No le hice caso, pero al ratito volvió a sonar y con más insistencia, me acordé de aquello de no le abras a nadie y seguí con lo mío, pero los timbrazos se convirtieron en incisivos y ahora se acompañaban de fuertes golpes en la aldaba. Yo seguía impertérrito sin la menor intención de abrir (recomendación de los dueños), quien quiera que sea ya se cansará, pensé, además no tiene por qué saber si hay alguien en la casa aunque las luces estén encendidas. Y vuelta a insistir con el timbre. Reconozco que me picaba la curiosidad, una pena que no me encontraba en alguno de los pisos superiores para otear desde la ventana. El timbre seguía al rojo vivo y ahora los aldabonazos se transformaron en golpes secos y extraños sobre la puerta, juraría que realizados por un objeto más que por una mano. Hasta ahí llegó mi paciencia, decidí ir de puntillas por la moqueta del pasillo hasta la entrada y observar por la mirilla quien estaba armando todo ese escándalo, pero a medio camino,...¡maldición!, se me había olvidado que los lados de las puertas hay unos cristales traslucidos que dejan pasar imágenes borrosas. A través de ellos adiviné dos figuras oscuras, una de ellas con la cara pegada al vidrio y mirando hacia el interior...Me habían cazado.

Ahora sí que tenía que plegarme a su insistencia, aunque antes, y mientras pensaba en una buena excusa por no acudir a la llamada durante casi diez minutos, me cercioré por la mirilla de que no eran cacos o algo así y lo que vi fue una pareja de personas mayores, eso me tranquilizó, aunque cinco minutos más tarde deseé que ojalá hubieran sido ladrones...

Al abrir la puerta me encontré con un matrimonio, supongo, de avanzada edad, yo diría que de más de 80 años; éll con una sonrisa tímida detrás de ella y al borde de los escalones y ella, frente a la puerta, con un bastón en la mano, roja como un tomate y cara de pocos amigos.

Me van a permitir que bautice a la doña como 'mrs. grumpy', pero, es que, ya verán, se lo merecía:

YO: "¿Sí?, ¿qué desean?

MRS 'GRUMPY': "Pues entrar, pedazo de memo, que llevamos diez minutos aquí esperando de pie"

YO: "Discúlpeme, pero...¿quiénes son ustedes?

MRS 'GRUMPY': "¿Quién eres tú?"

YO: "Soy un conocido de la familia y ellos ahora no están...¿quieren qué les deje algún recado?

MRS 'GRUMPY': "¿Cómo qué no están?"

YO: "Están de viaje, se han ido hace unos días..."

MRS 'GRUMPY': "¿Qué?, ¿pero si habíamos quedado para nuestra partida de cartas?"

Temblaba, los ojos le brillaban de ira y por un momento llegué a temer que le diera un síncope. Decidí que era mejor finiquitar la conversación, además, tampoco me gustaban las maneras con que la señora se dirigía hacia mí.

YO: "Mire, lo siento, vengan en otro momento, el mes que viene tal vez, yo sólo estoy cuidando la vivienda, perdonen que les hiciere esperar, pero tenía instrucciones de no abrirle la puerta a nadie, hasta luego".

MRS 'GRUMPY': ¿pero no lo entiendes? ¡Habíamos quedado para esta noche a las nueve!

La puntualidad es una costumbre muy anglosajona (una virtud, dicho sea de paso) y conozco de primera mano que el ser impuntual está muy mal visto y puede llegar a considerarse una falta de respeto e incluso un insulto. Por esa regla de tres, que tengas una cita y te den calabazas, o que no te llamen para cancelarla, pues imagino que es una ofensa de grado similar a mearse encima de la tumba de uno de tus antepasados.

YO: "De verdad que no sé qué decir, esto es muy embarazoso, pero como comprenderán, no puedo hacer nada"

MRS 'GRUMPY': "perdonen, perdonen...no puedo hacer nada, no puedo hacer nada...tú eres un poco cortito, ¿no?

YO: "Creo que no la he escuchado bien, ¿me ha llamado usted tonto?"

El marido a todas estas no decía ni mu, me daba un poco de lástima: al principio sonreía y la miraba a ella, a mí y después al suelo. Luego sólo a ella y al suelo. Por último, y sin sonrisa, terminó por mirar únicamente al suelo.

MRS 'GRUMPY': "A lo mejor no eres tonto, pero lo pareces".

Yo no estaba dispuesto a seguir aguantando aquello..., y eso que ya había incluso pensado en invitarlos a que entraran y enseñarles a jugar al 'cinquillo' o la 'ronda', nada de juegos pijos como el 'bridge', algo para entretenerlos durante un rato y que no perdiesen el viaje.

YO: "Creo que no la he entendido, pero da igual...¿Les apetece unos macarrones? ¡Están recién hechos!

La expresión feroz de la señora se acentúo. Es evidente que no captó la broma. Recolocó el bastón en el suelo y le espetó a su marido un: "¡Vámonos!, aquí estamos perdiendo el tiempo".

YO: "También les puedo ofrecer un vasito de vino"

Mrs 'Grumpy' se dio la vuelta despacio, me observó y luego a la casa, pensé que iba a escupir en el suelo, pero se contuvo, tan sólo profirió un seco "buenas noches". No me cabe duda de que por dentro me deseó 'la mejor' de las suertes durante mi estancia en aquella vivienda.

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La segunda visita de interés ocurrió algunas semanas más tarde, cuando la vida en el '13 de Georgian Dublin St.' se había convertido en un calvario. Cómo no, otra vez de lo más oportuna, mientras estaba en la ducha. De nuevo, timbrazos y golpes en la puerta que se apagaron durante un rato hasta que volvieron a resonar esta vez en la puerta del otro lado, la que da al patio. Bastante preocupado, terminé mi ducha prematuramente y me vestí a toda prisa para comprobar quien estaba en la puerta.

¿Quién podría ser ahora?, ¿el matrimonio de ancianos?, ¿la policía?, ¿el programa de TV que había instalado las cámaras ocultas?

Cuando bajaba por las escaleras contemplé la puerta de la casa entreabierta y a alguien que intentaba acceder sin éxito y es que, por fortuna, con todos los incidentes internos y externos que me habían sucedido recientemente, me volví reservado y siempre dejaba la cadena de seguridad echada.

Han regresado los dueños, fue lo primero que se me vino a la cabeza. En parte, era un sentimiento de alivio y sin embargo, al llegar a la puerta, de nuevo vi una cara desconocida y me puse en guardia, por suerte, parecía un tipo amistoso y nada más verme se presentó:

VECINO: No te preocupes, soy el vecino.

YO: ¿Tiene usted llave de la casa?

VECINO: Sí, sí, claro. Vine a comprobar que todo iba bien, oye, ¿por qué no abrías?

YO: Estaba en la ducha

VECINO: Me di cuenta que estabas en la casa porque echaste la cadena. Llegué a pensar que te habías ligado a una chavala y te daba vergüenza salir, jajaja. Menos mal que apareces porque estaba a punto de llamar a la policía para que echaran la puerta abajo. Si por lo menos contestaras al teléfono...

Aquel tipo fue mi consuelo. Lo usé como pañuelo de lágrimas. En tres minutos le expuse un resumen de todas mis peripecias, los problemas con la vivienda y hasta lo invité a pasar para que revisase la calefacción, el lavavajillas, la caja de la alarma, etc. Poco pudo hacer, pero al menos me propuso una idea que arrojaba un rayo de esperanza.

VECINO: "Como ves no soy muy mañoso, pero se de alguien que conoce bien la casa y te puede ayudar a resolver algunos de los inconvenientes. Si quieres te doy el teléfono".

YO: "Si no es ninguna molestia, se lo agradecería".

VECINO: " Es la señora que viene a limpiar, también lo hace en mi casa y es de confianza, creo que incluso tiene una copia de la llave, aquí tienes el teléfono, pero antes de llamarla déjame que te diga un consejo".

YO: "Sí, claro".

VECINO: "Ni se te ocurra llamarla después de las 6 de la tarde".

YO: "¿Por qué?" -(Coño, como los gremlins pero más temprano, pensé)-.

VECINO: "Porque estará borracha".

YO: "¿Por casualidad es rubia?”

 

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...dame palomas, chimeneas aullantes, relojes y campanas nocturnas. Dame monóxido de carbono, voces de alarma y lavavajillas rotos. Dame timbres y teléfonos que no cesan, banda ancha que no funciona y gatos que se cagan en el jardín. Dame cuadros siniestros, ancianas gruñonas y hasta puedes darme gremlins si quieres...pero, por favor, ...por favor...PLEASE..."No more drunken ladies".

15 comentarios:

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  2. Bueno, desconozco si le dará al bebercio, pero las probabilidades apuntan a una nenA :O Edita tus memorias, sino te dan dinero por ellas, por lo menos servirán para partirnos el culo en algún asadero. Para el primer volumen-> Harry Pota y la rubia del copón que se quería meter en el caserón :P

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  3. Pues oye, enhorabuena otra vez y eso, que se acerca el momento de empezar a buscar un nombre. Nada de rollitos japoneses raros que te conozco, :P

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  4. Bueno, pues mi sobrina ya tiene una tocaya, ¿no? Si se confirma el sexo, claro.

    Lo tuyo con viejos o parejas de viejos no tiene remedio, jajajaja... Menos mal que al final hubo algo de buenrrollismo por parte del vecino, y anímate hombre, no todas las "drunken ladies" son iguales, jejeje.

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  5. Diosss!!! He encontrado el alter ego de la rubia en versión americana. Se parece una pasada, muchísimo, un huevo, que coño, es igualita!! Y bueno, el apodo lo dice todo.

    Hello, darling

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  6. Ños, me imaginaba una drunken lady igualita que esa. Aaaaaggghh.

    Por cierto, como dijo uno por ahí... Shakira 0 - Carbonero 1

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  7. Shakira 0 - Carbonero 1 - Drunken Lady 4

    Hoy me voy de escursión....yujuuuuuuuuuu!!

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  8. ¿En serio? ¿Hay temita al final con la susodicha?

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  9. Chicos os acabo de enviar e-mail. Ayer fue un día alucinante :)

    Me encanta tu trilogía, no se cuál me ha gustado más ;)

    Acordaros el martes 26 aeropuerto+cena!!!!
    Bs
    yai

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  10. Tiene tu nariz Yai, jajajajaja. Pero, ¿ya es seguro que es macha?

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  11. Acabo de llegar y ya he abierto el correo. Que fuerte! Se ve todo, pero todo! Qué barbaridad!
    Y lo de la nariz es inconfundible, jajaja

    Bueno, Yai, ya sabes, que vaya todo bien y qué disfrutes el estado de good hope que diría tu marido.

    Esto...el martes me confundí con la hora, en realidad el vuelo llega sobre las 8.

    Aaaaaaadios.

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  12. Perdón. De la noche, de la noche...Bueno, es Ryanair, espero que no termine siendo a las 8 de la mañana del día siguiente :P

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  13. Pues la hora por mi perfecta, así es ideal para cenar, de la otra manera era merendar. Aunque si es de la mañana siguiente, mejor entonces avisa eh? ;)
    Pues ayer me dijeron que la nariz y las bembas son de sigua (jb deja de pensar cosas raras con las bembas de mi marido ;P)
    Q tal el pateo?mañna nos vamos a amadores a coger calorcito que aquí hace un fríoooo!
    yai

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  14. La caminata bien, pero casi toda por carretera, aunque al final terminé en la playa (la primera vez en el año.. Por lo menos cogí un poco de color y hasta me remojé las patas). Ya contaré algo en el blog y pondré fotos.
    A disfrutar Amadores!
    Hasta luego.

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