15 abril 2011

El 13 de Georgian Dublin St.–2º parte (La noche)

01

Me armé de valor, atravesé el pasillo y bajé los escalones pulsando todos los interruptores que me iba encontrando por el camino hasta llegar al cuarto de donde procedía la voz, un pequeño habitáculo encajado en el mismo hueco de la escalera y con una puerta que aún no había abierto desde mi llegada a la casa. Lo que mis ojos descubrieron después de girar el pomo y encender la luz fue una imagen terrible que mi cerebro tardó varios segundos en interpretar. Aún en estado de estupor, la misma voz me sacó del aturdimiento, ese timbre masculino y seco, que ahora sin obstáculos de por medio, se entendía perfectamente al proferir dos palabras, sólo dos, pero terroríficas: INTRODUCE PASSWORD.

Lo que me encontré fue una caja de alarma de dimensiones desorbitadas, con lucecitas intermitentes y más botones que el cuadro de mandos de la Enterprise y que cada cinco minutos exactos lanzaba ese mismo mensaje...Teclea la clave.

Yo tenía entendido que la alarma no estaba activa, pero ¿y si se habían olvidado de desactivarla? ¿Y si se había desconfigurado? Durante el trayecto de las escaleras me había hecho a la idea de que libraría una batalla contra un ente paranormal, pero, demonios, para esto no estaba preparado, ¡Vaya angustia!

En la cubierta externa de la caja se podía leer en una etiqueta un número de tfno. (posiblemente de una empresa de seguridad privada), lo medité pero estimé que esa no era la solución, no quería verme involucrado en líos, aunque tampoco podía cruzarme de brazos mientras la vocecita seguía con su cantinela durante toda la noche. Al final, le eché coraje y presioné el botón RESET.

Dos segundos de oscuridad y luego los parpadeos cambiaron de color, la orientación de las luces también y al tipo de la voz varonil se le desató la lengua: "...Comprobando sensores de la ventana superior izquierda, comprobando sensores de la ventana superior derecha, comprobando sensores de ....". Y así, hasta enumerar todas y cada una de las habitaciones de la vivienda mientras yo tragaba una saliva con sabor a vinagre, esperando sin pestañear a que la alarma no se activase.

Por último, hubo unos pitidos de postre pero la voz terminó por enmudecer y después no sucedió nada. Tuve suerte. Y así, de momento, concluyó la historia. Medio conmocionado me encaminé de nuevo escaleras arriba con la absoluta certeza de que los retratos de las paredes se estaban riendo de mí, me metí en el catre y mi cuerpo se encogió en posición fetal.

Así terminó el episodio durante ese día, porque el mismo proceso volvió a repetirse todas y cada una de las noches que permanecí allí. Acabé por acostumbrarme a que mi rutina de irme a la cama siguiese el algoritmo:

Dormir-voz 'Introduce password' - despertar - Reset- Ignorar mensajes - Dormir.

Una preocupación más que añadir a un detalle que no les he comentado aún: cada noche durante las horas en las que la calefacción estaba encendida, tenía que cerciorarme periódicamente de que el dispositivo que detecta los escapes de monóxido de carbono no se iluminase. Sí, ya sé que suena a paranoia, pero imagínense que alguien antes de irse de viaje les comenta que "a veces huele a gas, no a menudo, pero en cualquier caso, si así ocurre, lo mejor será que abras puertas y ventanas...Es que, claro, las tuberías son de los tiempos en que San Patricio cristianizó la isla, pero no te preocupes, estamos por cambiar todo el sistema desde que regresemos de vacaciones". A mí eso me dejo muy calmado, vamos, se me tuvo que quedar una cara de pringado de campeonato.

Ahora, si creen que los posibles escapes de gas, la jauría de lobos de las chimeneas o el mensaje pejiguera de la alarma es lo peor que podía ocurrir por la noche, andan equivocados, todavía no les he mencionado un instrumento de tortura inhumano que ni los de la saga '´Saw'.

Para explicarlo de una forma gráfica, entendible y sencilla, voy a utilizar el siguiente poema:

Mi habitación daba a la solana

y en ella un árbol dentro

En el árbol una gran rama

y en su extremo una campana

enfrente de mi ventana.

Y todas las noches de viento

me cantaba una gran nana

el badajo en movimiento

a tres metros de mi cama:

...ding, dong, ...¡mama, mama!

 

(Continuará)

 

* Queda tan sólo un último capítulo para finalizar la trilogía del 13 de Georgian Dublin St. y se titulará 'Los visitantes'.

8 comentarios:

  1. Al final de la entrada anterior hay unos comentarios interesantes de JB, Roberto y Alfrodo. Lo digo porque al publicar esta entrada prácticamente los he pisado...sorry

    Por cierto, al respecto, comentar que el libro favorito de JB es 'Festín de cuervos', jajaja.

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  2. Buenísimo lo del sistema de seguridad.

    Y si, gracias por pisarnos los comentarios, tu don de la oportunidad es legendario.
    Y deja de hacer campaña contra mi persona, soy transparente jajaja, hacía tiempo que no me acordaba de tu frase preferida.
    Por cierto, la diosa (de SM, no confundir con la otra) me esta llamando cada dos por tres, ya no se que hacer, le he dado calabazas pero sigue insistiendo, sugiéreme algo para deshacerme de ella, estoy desolado.

    P.D. te estoy viendo en el globo terráqueo ese.

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  3. Querido Papa Roberto, dentro de algún time parece que seremos tocayos. No quiero dejar pasar la oportunidad de citar tu frase "Hola, aqui sigo, si, estaba desaparecido, ya lo se. Mil excusas pero ninguna creible, jajajaja." para que nos cuentes alguna de esas excusas, y es que de un tiempo para acá tenemos el nivel muy alto, y a lo mejor eres capaz de enseñarnos alguna que sirva, porque mira que hemos escuchado cosas peregrinas... jajajajajaja, te sorprenderías jajajajaja.

    La entrada ha subido de nivel literario, todo hay que decirlo, se nota la MAESTRÍA, el nivel, el talento y la falta de pelo del escritor :P y claro, su Némesis, siempre dando la lata con paupérrimas y lastimeras quejas y comentarios, que tenemos que soportar a la espera del advenimiento del BIG MASTER :P jajajajaja

    Un saludo desde SM .... 3D

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  4. Estupefacto me hayo, quisiera que prestaran atención a la primera frase del comentario de Sigua, “Querido Papa Roberto, dentro de algún time parece que seremos tocayos.”, lean bien, igual estoy mal interpretando pero no creo que Sigua se vaya a rebautizar con el nombre de Roberto, bien, nos queda la palabra “papa” y aquí se puede abrir un debate mas denso que los que se ven en “Punto y pelota” antes del clásico, en aras de la concordia y con afán aclaratorio, espero que entre todos lleguemos al fondo de la cuestión.

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  5. NO doy crédito!!!!

    Vamos, me conecto al messenger a la voz de ya!!

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  6. Coño, en el messenger no había nadie (y en 'amigosparaquesino' tampoco).
    A ver Sigua, vas a tener que explicar ese mensaje ambiguo, no nos puedes dejar así.
    La definición de tocayo según la RAE es "Respecto de una persona, otra que tiene su mismo nombre". Si hubieses querido referirte a Roberto, hubieses dicho Roberto a secas, pero has utilizado el apodo completo 'Papá Roberto', acompañado de la frase 'dentro de algún tiempo' y, macho, a no ser que lo desmientas...Blanco y en botella.

    Por otro lado, podría tratarse de una estrategia para mantener al moscón lejos de tu mujer, en ese caso, te entiendo. :)

    Yai, tú no tienes nada que decir a esto? Pero por favor!! Que me estoy arrancando los pocos pelos que me quedan!! Quiero respuestas! Las exijo! :P

    Igual hago el ridículo, pero si acaso, quiero ser el primero en felicitar a la pareja: Enhorabuena!!

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  7. Oye que me acabo de conectar y no te veooo!!!!
    yai

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  8. Pues sí, la familia crece... Jijijiji...

    Oye, muy buena la poesía por cierto...

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