08 abril 2011

Detalles del Dublín Georgiano

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Durante el siglo XVIII, Dublín vivió una época de prosperidad que se reflejó arquitectónicamente en la ciudad con la remodelación de la estructura medieval de sus calles para modernizarlas según el modelo de construcción que se estilaba por aquel entonces: el georgiano. Así, durante esta etapa, se demolieron multitud de viejos edificios y se irguieron hileras de viviendas con cuidadas fachadas que se organizaron en torno a plazas y amplias avenidas. Esta renovación fue además la manera con la que la nobleza de Dublín le hacía ver a los ingleses que podían codearse con ellos sin ser mirados por encima del hombro.

Esta transformación que empezó al norte del río Liffey, pronto daría el salto a su lado sur y es ahí donde alcanzó su máximo esplendor. A los grandes edificios de estilo georgiano como el Castillo de Dublín y la Leinster House, se une todo el distrito alrededor de las famosas Fitzwilliam y Merrion Square y los aledaños del parque St. Stephen's Green.

Por fortuna, a día de hoy, y a pesar del salvaje desarrollo de la construcción vivido en los últimos 40 ó 50 años, aún se conservan muchas de estas viviendas georgianas, adaptadas desde luego a los nuevos tiempos, pero sin perder muchos de los elementos originales del momento en que fueron edificadas.

Posiblemente, la capital de Irlanda, junto a Bath en Inglaterra y Edimburgo en Escocia, sean los mejores ejemplos que quedan de esta arquitectura en Europa.

Conozcamos un poco más de cerca los detalles del Dublín georgiano al sur del Liffey (de donde proceden todas las fotos).

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La mayoría de estas viviendas no suelen sobrepasar los tres o cuatro pisos de altura y casi siempre se encuentran adosadas formando hileras de aspecto uniforme a primera vista, un denominador común del orden y la proporción tan presentes en las construcciones de este estilo. Las ventanas son grandes, rectangulares o cuadradas, y con marcos de color claro. Los balcones están terminados en hierro forjado (pocos sobreviven y muchos de los que quedan pertenecen a la época victoriana). También es muy común encontrarse con escaleras a la entrada de las propiedades y con suelo de piedra antes del vestíbulo.


En cuanto al interior podemos añadir que predominan los techos altos, sobre todo en las estancias dedicadas al salón y comedor y en ocasiones se encuentran adornados con trabajos de escayola.

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Calle georgiana en la Merrion Square.

 

 

 


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Canal cerca de Baggot Street.

 

 

 


Detalles de las viviendas en Fitzwilliam Square

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He dejado para el final el ingrediente más representativo de las propiedades del Dublín georgiano, además es el que confiere un tono diferente en medio de tanta sobriedad: me estoy refiriendo a la entrada de cada casa.

Las puertas georgianas de Dublín son un clásico de las postales turísticas irlandesas: coloridas, singulares y con gran variedad de matices que van desde los adornos exteriores y los arquitrabes, hasta la infinidad de diseños originales de los montantes de cristal emplomado sobre los marcos.

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Curiosamente, a veces se dan combinaciones de los más sorprendente, aunque las siguientes son mis favoritas:

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Y hasta aquí llega el paseo del Dublín georgiano al sur del Liffey. Si algún día visitan la ciudad, aparte de un recorrido a pie por la zona, hay disponibles B&B’s y hoteles ubicados en este tipo de edificios, e incluso un museo que recrea las condiciones de vida de la burguesía del siglo XVIII.

Por otro lado, si quieren saber de primera mano lo que significa alojarse durante varias semanas en una de estas casonas, les recomiendo que lean la siguiente entrada. Les adelanto que no es oro todo lo que reluce ya que lo que yo creía que iba a ser una estancia con clase y algo snob en una de estas propiedades, ha terminado por ser una temporada calamitosa y llena de morbo, pero todo eso lo compartiré con ustedes en el próximo post. Les espero.

4 comentarios:

  1. Hasta el final del post no me di cuenta de que no era "Dublín gregoriano" sino georgiano. Que cosas...
    El estilillo arquitectónico realmente no me parece nada del otro jueves, incluso me recuerda a las hileras típicas de viviendas de diversos barrios londinenses, liverpuleños y demás donde se hacinaban los trabajadores-esclavos cuando la revolución industrial. Me da un poco de yuyu en verdad.
    Las puertas de colorines me hicieron una asociación de ideas extrañas en la cabeza y me puse a buscar una postal que me habías enviado con diversas muestras de umbrales irlandeses. No la encontré, lo que tengo es un marcalibros que me regalaste con fachadas de distintos Irish pubs, que también son muy coloristas, jejeje.

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  2. Te entiendo, Alfrodo. Lo que voy a decir puede sonar un poco contradictorio, pero uno de los atractivos de Dublín es el toque decadente. Y, bueno, los pubs, por supuesto. Si por fuera son de colores, por dentro ya ni te cuento.
    Oye, no vas nada raro en las 2 últimas fotos? :)

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  3. Jajajajajajajaaaaaaaa... UDLP y Barça. Jajajaja...

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  4. Despues de la aventurilla dublinesa ya estoy de vuelta por las brumosas tierras de West Cork...Ni banda de música en Leap, ni fiesta de bienvenida, ni nada de nada...Habráse visto! :)

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