14 enero 2011

Molly Malone

Si pensaban que se iban a ir de rositas y que no iban a verse obligados a leer una entrada sobre el concierto de Los Dubliners al que asistí antes de fin de año, pues lamento decepcionarles, pero se la van a tener que tragar. De todas formas y antes de que cierren la página sin acabar el post, les pido una oportunidad, ya que la entrada no es una simple crónica de una actuación musical y les  prometo que intentaré no atiborrarles de información que puedan encontrar inútil.

Antes de introducirles a Molly Malone, que es verdaderamente el objeto de esta entrada, les comento brevemente sobre Los Dubliners, una banda irlandesa de folk que, siguiendo el camino de otros grupos pioneros como los Clancy Brothers, lleva en la carretera más de 50 años y han alcanzado una notoriedad internacional a base de un estilo muy de la isla esmeralda,  que no es otro que trasladar a los escenarios parte de la atmósfera de los genuinos pubs irlandeses: música, bromas, risas, ambiente familiar y sobre todo, mucha bebida.

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De los componentes originales quedan pocos: Barney Mckenna y John Sheahan, con sus banjo y violín respectivamente (aunque ambos tocan otros instrumentos) sobreviven, nunca mejor dicho, pues hay varios miembros que ya han fallecido (Luke Kelly – que tiene su propia estatua en las calles de Dublín-, Kiaran Bourke y Ronnie Drew), todos los cuales, han sido sustituidos por otros músicos, algunos sólo temporalmente, hasta completar la formación actual con Eamonn Campbell, Patsy Watchron y Sean Cannon).

La temática de Dubliners, como buenos ejemplos de folk irlandés, comprende desde la inmigración, el mar y  la rebeldía contra los ‘hermanos’ británicos, hasta leyendas populares, tonadas de tintes sociales, canciones tradicionales  y un buen número de letras dedicadas a la bebida y a sus efectos. Tampoco están encasillados en un sólo estilo musical, pues aún dentro del folk son capaces de interpretar desde las baladas más enternecedoras, pasando por instrumentales con una poderosa base celta, hasta temas frenéticos que resucitarían a un muerto.

Les presento una rareza encontrada en Youtube de una actuación en Suecia hace más de 30 años. Todos los que ven están ya muertos salvo, como dije antes, Barney y John, que aquí tocan el banjo y el violín…pero la pregunta es…¿quién está tocando uno y quién lo otro? Mejor vean el video y échense unas risas.

Memorable fue el show que regalaron el pasado 29 de diciembre, en una de las 3 noches seguidas que tocaron en su ciudad natal.

No quiero profundizar en demasiados detalles sobre el mismo, e intentaré resumir en que mi primera visita a la mítica sala Vicar Street de la capital no pudo haber sido mejor. Pocos lugares más idóneos que este mega teatro-taberna (no alcanzo a describirlo de otra forma, pues aunque en los videos no se aprecia, la gran mayoría de la audiencia se reúne alrededor de pequeñas mesas, bien atendidas por camareros).  El sonido, como no, exquisito.

Los anfitriones, con la confianza que otorga el tocar en casa, convirtieron el concierto en una auténtica fiesta. Dejando a un lado alguno de sus más grandes éxitos como ‘I’ll tell my ma’, ‘The Irish Rover’ y ‘Lord of the dance’,  en unas 3 horas sobre el escenario con pequeño descanso incluido, estos incombustibles 70 añeros desgranaron entre bromas, risas y lágrimas, la flor y nata de su repertorio: The Black Velvet Band, The Ferryman, Belfast Hornpipe, Marino Waltz, The Old Triangle, Paddy on the Railway, St. Patrick’s Cathedral, The Rocky Road to Dublin, Will ye go lassie go, Dirty Old Town, Spanish Lady, The Wild Rover, Finnegan’s Wake, Whisky in the Jar y algunas más.

Aunque puede que a la mayoría de ustedes estos títulos no les suenen de nada, les aseguro que si algún día visitan Dublín o Galway, o algún lugar donde haya buenos pubs irlandeses y vayan una noche a disfrutar de los mismos, si no canturrean al menos 3 ó 4 de estas canciones, se van a perder gran parte de la diversión.

Temas para regarlos con alcohol y refugiarse en efusivas exaltaciones de la amistad, incluso con gente a las que no conoces de nada, y lo mejor de todo, que probablemente nunca más vayas a ver.

Y ahora, hablemos de Molly Malone, el himno oficioso de la capital de Irlanda con el que Los Dubliners cierran sus conciertos.

La leyenda de hace siglos de una alegre vendedora ambulante de mejillones y berberechos, agraciada con unas grandes dotes de simpatía y unos mayores atributos femeninos y que tuvo la malísima suerte de morir joven, aunque se dice que su fantasma aún pasea por las calles de Dublín y se puede escuchar como a gritos sigue ofreciendo sus productos del mar.

Pues con este tema legendario termino también la entrada.  Espero que la hayan disfrutado.

El video no es mío pero fue grabado hace pocos años en el mismo lugar y por los mismos componentes.

“In Dublin's fair city,
Where the girls are so pretty,
I first set my eyes on sweet Molly Malone,
As she wheeled her wheel-barrow,
Through streets broad and narrow,
Crying, cockles and mussles, alive, alive, oh!"

La estatua de Molly Malone, al final de Grafton Street y justo enfrente del Trinity College, es de los puntos más fotografiados de todo Dublín, así que si algún día visitan la ciudad no se olviden de hacerse la instantánea de rigor y por la noche afinar el oído a ver si todavía se puede escuchar una voz femenina pregonando su…’Cockels and Mussels…alive, alive, oh…’.

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2 comentarios:

  1. Papa Roberto Monetariamente preocupado15 de enero de 2011, 21:24

    Pero como es posible que nisiquiera tu hayas dejado un comentario en esta entrada. Lastima que lo este viendo de noche y la nena este durmiendo y no pueda encender los altavoces pero te juro que mañana oigo los videos. Pues a mi estas cosillas también me gustan y no dejan de tener su interés pero reconozco que entradas como la que le mandaste a DMB no la termine de ller del todo.

    Siguelo pasando tan bien como hasta ahora. Oye, por cierto, a Irlanda, que ya la intervinieron, ha seguido con politicas de recortes tipo brutus como aquí sin intervenir o se han relajado, no se, es que estoy como perdido y por lo visto ya no queda nada pa que aqui metan mano y entre una cosa y otra los sueldos se estan menguando mogollón.

    Enga, un saludo.

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  2. Hola Rober.
    Bueno, lo de que España tenga que ser intervenida todavía está por ver. Sinceramente ahora mismo me parece bastante improbable, a pesar de que unos pocos (Aznar entre ellos) se dediquen a rebuznar lo contrario con actitudes que tienen poco de patrióticas y mucho de especuladoras.
    Dicho esto, en Irlanda, pues se están siguiendo más o menos las mismas políticas que en España y que en otros países -ya no hay ni izquierdas ni derechas que valgan- (bajada de sueldos a funcionarios, subida de impuestos, retraso de la edad de jubilación, etc.). El día después de que la CE y el FMI aprobaron el rescate de Irlanda, te puedo decir que la gasolina subió 10 céntimos de un día para otro. Por la zona donde yo vivo está a 1 € y 40 céntimos ahora mismo. Igual ha subido durante estas semanas y no me he enterado(por cierto, aprovecho para decir que vuelo el jueves para Dublín, luego de allí ya me buscaré la vida para volver a Cork).

    Vamos a ver si las medidas de verdad ayudan y no terminan por asfixiar más todavía a la gente.

    Venga, saludos

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