Oficiosamente el periodo navideño comienza sobre el 12 de diciembre y en Irlanda no es muy diferente a otros lados: villancicos, vacaciones escolares, decoración, abetos, exaltación de la amistad, belenes, hordas consumistas que toman las calles y un largo etcétera de emociones encontradas entre las que a veces es difícil inclinarse. Si sobre gastronomía hablamos, aquí se celebra la Navidad de forma parecida a España: grandes atracones que alcanzan su cúspide entre los días 24 y 26, aumento en el consumo de bebidas alcohólicas y también atropellos masivos a la hora de comprar alimentos en el supermercado (comida de la que como en otros lados se terminará por tirar la mitad). Es una obviedad señalar que en este país, como en otros anglosajones, el producto estrella es el archiconocido pavo.
A mí me gusta la comida, me encanta, pero si hay una razón por la que a mediados de enero la báscula señala entre 2 y 3 kilos más, esa no es otra que los puñeteros dulces (en todas sus variantes, con especial predilección por el chocolate).
En Irlanda no hay un surtido tan amplio de chucherías navideñas como en España en donde se disfruta de turrones, peladillas, polvorones, hojaldres, roscos de vino…y la lista podría seguir hasta el aburrimiento, pero la isla Esmeralda ( y las islas británicas en general) también gozan de su pequeña colección de género azucarado ( en donde llama la atención que la base de ésta es en esencia la fruta, a diferencia de nosotros que le damos más importancia, por ejemplo, a las almendras).
Hay algunas más, pero vamos a nombrar brevemente los más conocidas golosinas navideñas que se pueden disfrutar por esta región.
Empiezo por un par de variedades que se suelen tomar entre horas.
Con este nombre, o ‘minced pies’, también se conoce a las empanadas de carne picada, pero en Pascuas, se convierten en pequeños pastelitos rellenos de una especie de compota de frutas (normalmente manzanas o ciruelas), con pasas y canela u otras especias.
Alternativamente se pueden acompañar con queso entre otras opciones, pero lo que si es obligatorio es servirlos bien calientes.
Como en todo, hay un buen número de variedades y por lo general, son de muchísima más calidad los caseros, o los que se venden en pequeñas pastelerías (como estos que degusté en Escocia).
Christmas Cake
El Christmas Cake, o pastel de navidad, es de bastante más envergadura, consistencia y conlleva mayor elaboración que los Mince pies.
De nuevo hay muy distintos tipos, pero siempre con la riqueza en frutas (cerezas y pasas de diferentes variedades). A veces, van recubiertos de una capa doble de azúcar y mazapán. (el ‘ladrillo’ de la foto da para dos o tres días).
Dejando a un lado los ‘aperitivos’ o comidas ‘entre horas’, pasamos a hablar del plato fuerte, el postre por excelencia de los menús del día 25 y el auténtico rey de las golosinas navideñas. Este si que tiene miga, nunca mejor dicho, porque en preparar uno siguiendo la receta tradicional se pueden tardar semanas e incluso meses (hay gente que los elabora en su casa de un año para otro, y no es broma).
Lleva entre otros ingredientes: harina, a veces también pan, azúcares, frutos secos, huevos, frutas de distinto tipo: naranjas, limones, manzanas, especias: canela, nuez moscada y más, mucho más…
Se realiza en distintas fases donde se forma una masa que se calienta y se riega con alguna bebida alcohólica para luego dejarla macerar, a la vez que se van añadiendo más componentes y se repite el proceso varias veces. La confección es lenta y conlleva mucha paciencia.
En el momento de servirlo hay que calentarlo una vez más y darle un generoso chorretón (prácticamente una inmersión) de brandy.
La mayoría de la gente los compra ya hechos, como es lógico, y este de aquí arriba, que descansa en un cuenco de tamaño medio (tipo desayuno), pesaba más o menos un kilo (está claro que no se puede digerir de una sola vez, pero imagínense el ‘sacrificio’ de atacar este conglomerado infernal después de una panzada de pavo). Bromas aparte, es un plato diferente y realmente exquisito.
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Todavía no hemos acabado:
Un festín navideño en Irlanda (y considerando que no todo el mundo puede agenciarse con una botella de estraperlo de poitin), no podría acabar sin un tonificante (más aún) como podrían ser un café o un whisky, o mejor todavía, un café irlandés (también hubiese valido una copa de Baileys).
Aquí les dejo la receta (en el apartado de café) y me comprometo a hablar profundamente en el futuro de ésta y otras bebidas, pero de momento, es hora de hacer un paréntesis…
Un pequeño descanso hasta que dentro de unos días regrese a Gran Canaria y me sumerja en toda la parafernalia navideña de nuevo. Que alguien se apiade de mí…
Esta es la última entrada del año. En 2011, más.
ResponderEliminarRuymán, yo tengo entendido que esos canelones están buenísimos, no?
Oye, que si nos veremos, que yo estaré también hasta después de Reyes. Igual hasta coincidimos en el aeropuerto el jueves!
Menos mal que no soy muy goloso que digamos, o más bien nada, las fotos no me llaman en absoluto, porque imagínense con lo que tengo ya de sobrepeso tirando a obesidad, que encima me diera por atracarme de dulces de este tipo o de los que hay por aquí... ¡Puaggghhh!
ResponderEliminarRespecto a los canelones, RdI y yo nos comimos unos en el hotel rural en el que nos alojamos aquella Navidad y estaban de PM. Cuando los compras por aquí, de esos congelados, son idénticos a la lasagna pero con forma cilíndrica. Aquellos de los que hablo, mano, estaban hechos con pasta a base de arroz y el relleno con ajito y perejil como a mí me gusta, con su carne, etc., etc.... ¡Hummmmmmm!
PD: Forma cilíndrica y hecho de arroz... ¡Un porro gigante! :)
Alfrodo, que no eres goloso???...Deja que voy a buscar alguna foto de algún mus de chocolate y ya miramos :P
ResponderEliminarBueno a lo que iba...
Mañana por la mañana tiro para Dublín, un día antes del vuelo, lo que no viene mal dado la extraña meteorología que estamos sufriendo (ahora lleva unos días que no para de llover, pero que no para nada eh?? Esa es una de las razones y la otra es que mañana por la noche y si nada se tuerce voy a hacer realidad uno de mis 'irish dreams'...A esta hora exactamente espero estar disfrutando de algo como esto:
♪♫♫♪♪
(Además en el mismo teatro del video)
Explicación de la letra
El que toca el banjo se llama Bernard, pero es más conocido como 'Barney' (no quiero bromas :P)....Es un pureta, pero sigue siendo un máquina, igual que los demás...
Pues nada, que nos vemos pronto!
Temazo del copón, aunque yo tiro más por las versiones rockeras, claro. Que disfrutes del concierto. Ah, hablando de tales, leí ayer y parece que no es una inocentada, que a lo mejor Scorpions hacen un conciertito en Tenerife el año que viene. Sasasasasasaaa...
ResponderEliminarNo, si en lo del mus de chocolate tienes razón. Me pierden por completo. Pero sólo me los como cuando vamos por ahí a papear y en el sitio lo tienen de postre. Y el chocolate en general me gusta muchísimo. Cuando digo que no soy goloso me refiero a que no entro en una dulcería y lleno todo el suelo de babas como hacen JB y tú, por ejemplo. Los dulces me llaman más bien poco la atención.