Esta mañana dejamos ‘cordón de zapato’ con rumbo a Dublín, lo mejor, la despedida emotiva y mística de JB a mi casero (inolvidable). El tren iba cargado de seguidores del equipo de fútbol gaélico de Cork que jugaba la final de la competición anual contra el condado de Down de Irlanda del Norte. Vimos algo del partido en el Temple Bar, en la zona donde estaban los fans de los Down (por aquello de que nos gusta las sensaciones fuertes).
También recorrimos algo de la capital, pero la marea roja y blanca que se adueñó de las calles eclipsó cualquier apunte turístico que se pueda aportar. Por cierto, Cork ganó la final, por un sólo punto de diferencia…Up the rebels!!
El eterno chubasquero encarnado paseando por St. Stephen’s Green.
En fin, que ya se le va acabando el chollo al susodicho y mi envidia cochina se va aplacando poco a poco...
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