Campeones (más puntos de vista)

Desde Gran Canaria - España (por JB)

Nos desplazamos hasta The bones (en femenino) para tan magno acontecimiento. Eramos cuatro, Mr. Sigua, el hombre sin voz, la Diosa, Nisaca, el hombre de los nervios de horchata y este humilde servidor. Llegamos unos veinte minutos antes de que empezara el encuentro, si no recuerdo mal y en esos momentos previos todavía hacíamos comentarios jocosos y estábamos razonablemente relajados, estado que cambio considerablemente viendo el discurrir de esa tortura que fue el partido.

En principio, lo que mas llamó mi atención fueron las reacciones de mis acompañantes, mención especial se merece Sigua, la expresión “y se hizo el silencio” nuca tuvo un significado mas meridianamente claro personificado en su figura, llegue a pensar que era algún síndrome raro de esos que se dan por ahí que tenía que ver con el arbitro inglés que parece que confundió el partido de football con uno de rugby o cualquier otra deporte de índole mas violenta y se olvido del concepto de faltas y tarjetas sustituyéndolos por el de la tan estúpida amonestación verbal, amigo Webb, tenga usted los santos cojones de sacar una tarjetita amarilla a la segunda entrada fuera de tono que vea, esa es la forma de controlar un partido no permitir clavadas de tacos en el pecho y darle un tironcito de orejas al criminal, o permitir la reiteración de faltas de un ta Van Patadonel, lo del arbitro, para mí, no tiene ninguna justificación, no hay argumentos validos para defenderlo, permitió un juego durísimo por parte de Holanda, que coincido con alguno de ustedes, resulto decepcionante la forma en que plantearon el partido, no me dan ninguna lastima, si hubiesen jugado al futbol podría haber respetado su derrota pero sinceramente me alegro de que perdiesen, no ya de que ganara España sino de que Holanda perdiese por marrulleros.

[...]

Joder, que desahogo, sigo con la crónica sobre mis compañeros y yo, pues eso, Sigua no resollaba, vi la preocupación por ese hecho reflejada en los ojos de La Diosa, por momentos hasta Nisaca y yo nos preocupamos, era un claro candidato a un infarto y no teníamos a mano al auxiliar de transporte sanitario (o algo así se dice) para que le administrara los primeros auxilios, estaba en casa de la hermana intentando evitar que la perra se suicidara tirandose por la ventana. Cuando veía que el partido estaba muy complicado, Nisaca, que se pego todo el partido de pie, decidió sacar el balón de futbol sala y apaciguar sus nervios dándole toquecitos con el claro peligro que conllevaba eso para la pantalla del TV, por momentos lo vi a punto de rematar algún balón en el área pero no llegó el cuero al píxel para alivio nuestro. A todo esto, La Diosa se iba poniendo también nerviosa, y tuvo la osadía de hacer algún que otro comentario futbolístico para asombro de sus tres compañeros, a su favor he de decir que los dijo con bastante coherencia, al parecer Sigua la ha sometido a tanto partido que ya se sabe, la letra con sangre entra. En cuanto a mí, creo que permanecí bastante tranquilo hasta el descanso, ahí ya no pude aguantar y tuve que ir a la nevera de Nisaca y sisarle como quien no quiere la cosa, unas tres mini chocolatinas, la ansiedad me pudo, lo confieso, y los últimos diez minutos de la prorroga bueno, tuve que levantarme y cambiarme de sitio, así no se puede.

Cuando Iniesta metió el gol, milagrosamente Sigua recupero milagrosamente la voz y pego un buen esperrido, memorable, yo salte y en el aire movía el puño frenéticamente, por un momento me parecía a alguien que suele escribir por aquí cosas sobre Irlanda, un tío pesado donde los haya, Nisaca, gritó, corrió y no se que mas, ah si, sudo, también sudo, el pobre se toma ciertas cosas muy a pecho, y La Diosa, en fin, solo diré que hay fotos que no se si llegarán a ver la luz y a todo esto, España CAMPEONA DEL MUNDO, yyyy ¡¡¡¡chin pum!!!! que se ha hecho larguísimo esta tontería y encima llevamos dos días en que no se puede encender la tele porque en este país si no es el futbol parece que no hay otras alegrías, que cosas.

------------------------------------

Manchester - Inglaterra (por Miguel)

Decidí casi en el último momento quedarme en la habitación del hotel y ‘disfrutar’ del partido en soledad.
El fútbol es un deporte para entretenerse en compañía, en masa incluso, pero hay circunstancias que, a veces, obligan a no seguir esa pauta.
Los nervios que se pueden atravesar con algo tan insólito pero vital como España en la final de un Campeonato del Mundo no son para compartirlos entre un grupo de extraños que no van a tener la más mínima simpatía por ti si las cosas se tuercen y más, considerando que el arbitro era británico.
Una decisión dura pero acertada, visto el transcurso del encuentro.

Angustia durante más de 2 horas pegado a la pantalla del televisor y los auriculares siguiendo por momentos el partido por la radio (en Internet). Una sensación de agobio que iba creciendo cuanto más se acercaban los penaltis y con un único deseo de acabar con el sufrimiento, de interrumpir la taquicardia, de que los pulmones se volviesen a llenar de aire.

Y el de Fuentealbilla lo logró a 3 minutos del desenlace.
Lo demás ya es conocido por todos. Una de esas sensaciones que sin depender de ti, merece la pena vivir al menos una vez en la vida. Hemos sido afortunados.

Me alegré mucho por Iniesta porque como en un guión de peli de Hollywood,…’subió al cielo hace un año con un gol suyo, poco después bajó a los infiernos con la muerte de un amigo, un año triste casi en blanco,…llegó a la competición de las competiciones…y en la final el destino le tenía preparada una jugada maestra para darle la vuelta a todo y convertirse en héroe humilde y leyenda viva…’.

Se acabó el partido y no hubo bocinas, ni vuvuzelas, ni voladores, ni fuegos artificiales, ni gritos, ni cánticos. Pero desde Inglaterra, en una ciudad futbolera como Manchester, donde descansa el ‘teatro de los sueños’, desde la cama de una habitación de un hotel, pude ver sin estar soñando, como el mejor portero del mundo levantaba la copa y los periodistas británicos…con sana envidia y evidente excitación, exclamaron: ‘España es justa campeona y lo contrario hubiese sido simplemente vergonzoso’…’Llevan años fabricando un estilo propio, atractivo, con jugadores que parecen artistas, …este es el camino a seguir, este es el deporte que queremos para nuestros hijos. Hoy es un gran día para el fútbol’.


Al día siguiente y más calmado, se disfruta todo mucho más.
La tele británica seguía mostrando el gol de Iniesta, el beso de la Carbonero, las celebraciones, pero todo de forma tranquila y sin empalague.
Pasé el día en la ciudad de Chester, entre ruinas romanas, catedrales medievales y casas con fachada de madera estilo Tudor…Me compré un par de periódicos y me hice un par de fotos (para guardar, y siguiendo consejos desde el blog).



Cuando estaba a punto de marcharme, paseando por última vez sobre la muralla que rodea el casco histórico, me pareció escuchar voces en español, me acerqué y eran un grupo numeroso de chavales con el jolgorio de los viajes de fin de curso. Entre las mochilas vi los colores de una bandera y les grité desde arriba: ¡Eh! ¡Que ganamos el Mundial!
Me miraron sorprendidos y luego uno me preguntaron: ¿eres español?
¡Soy canario! ¿Por qué no despliegan la bandera para hacerles una foto?



Y ese va a ser el recuerdo que quede de vivir la final en Inglaterra.