21 mayo 2013
El Charles Fort de Kinsale
Vamos con una joyita de las que guardamos en el condado de Cork, el Charles Fort de Kinsale, un baluarte bastante interesante desde el punto de vista de la arquitectura militar, pero también desde su perspectiva histórica, ya que en los últimos siglos, la localidad de Kinsale ha sido partícipe de varios momentos claves en la historia de Irlanda; fotografías en el tiempo que ayudan a entender, y mucho, el presente actual del país y en las que, aunque parezca mentira, aparece de forma marcada el color español.
El Charles Fort (construido a finales del s. XVII) es un fuerte con forma de estrella considerado uno de los mejores ejemplos de este tipo de arquitectura en Europa. Como se pueden imaginar, su existencia no ha sido sencilla: batallas, asedios, incendios y, por último, olvido, hasta que, por fortuna, hace 40 años se incluyó en la lista de Monumentos Nacionales y, gracias a un extensivo programa de restauración -aún en marcha- ha recuperado parte de su estética original. A día de hoy está gestionado por el Gobierno y abierto al público durante casi todo el año, lo cual es raro en monumentos de esta clase.
Kinsale, incluso antes de la construcción del fuerte, era un importante punto estratégico. Entre el siglo XV y el XVII, el puerto era de los más importantes del país y fue aquí donde se libró una de los conflictos bélicos más significativos de la historia irlandesa: la Batalla de Kinsale (1602).
Sin entrar en muchos detalles, porque eso daría para escribir un libro, comentar que en este estuario se enfrentaron por un lado los ingleses y, por el otro, una flota de navíos españoles (aún de resaca de la aventura de la Armada Invencible) que se unió a los principales clanes irlandeses encabezados por la dinastía O’Neill con el objetivo de echar a toda costa a los foráneos de la isla. Como en otros muchos momentos del pasado, los ingleses repartieron estopa a sus adversarios. La principal consecuencia de esta batalla es que muchos de los jefes de los clanes tuvieron que exiliarse en el extranjero y, además, con la victoria, los británicos vieron luz verde para comenzar la colonización del Ulster (ya ven hasta que extremos las consecuencias de esta batalla siguen vigentes). De todo esto hay mucha, muchísima literatura y cientos de capítulos merecedores de compartir (aunque no hay ni tiempo ni espacio), pero vaya, que información al respecto hay a toneladas, incluso canciones.
Después de esta batalla los ingleses construyeron el James Fort al otro lado del estuario (hoy día en ruinas) y luego, en la segunda mitad del siglo XVII levantaron este Charles Fort para así desde los 2 lados poner tibio a cualquier buque que llegara con intenciones hostiles. Aún así, no muchos años después, Kinsale volvió a vivir otro episodio transcendental: tras la batalla del Boyne (1690) en la que se enfrentaron el protestante Guillermo de Orange contra el católico Jaime II (con victoria del primero), los ‘williamitas’ (seguidores de Guillermo) asediaron y bañaron en fuego de cañón al Charles Fort (ocupado entonces por partidarios de Jaime que al final acabaron rindiéndose).
Para ver otras batallas igual de importantes en la historia de Irlanda habría que remontarse a la época de los Vikingos o a la Guerra de Independencia Irlandesa (1919-1921), donde dicho sea de paso, con la declaración del Estado Libre Irlandés en 1922, el fuerte pasaría a manos de sus legítimos dueños.
Y después de este mega preámbulo histórico, vamos con un par de detalles prácticos por si algún día deciden darse una vuelta por esta estructura:
El Charles Fort es un paraíso para los amantes de la historia / arquitectura bélica, más o menos todo lo explicado antes y más esta plasmado en una fantástica exhibición, pero aparte de eso, es un lugar interesante incluso si estas ‘batallitas’ no te llaman. Se puede pasear por todo el conjunto e indagar en las condiciones de vida de hace siglos y la forma en que se las arreglaban, aunque fuese desde el punto de vista de un cuartel: las bodegas, los almacenes de comida, los patios, los barracones y, desde luego, los bastiones y las murallas por las que se puede pasear y también disfrutar de unas vistas impresionantes.
Por cierto, … ese cabo que se ve en la distancia (Old Head of Kinsale) fue también testigo de otro episodio bélico naval bastante conocido. Fue ahí donde un submarino alemán torpedeó y hundió el trasatlántico Lusitania en 1915 -1ª Guerra Mundial- causando casi 1200 víctimas (civiles en su mayoría). Este suceso provocó la entrada de EEUU en el conflicto.
Un video para que visiten el Charles Fort desde las alturas…
Y ya acabo, para no aburrirlos con más detalles soporíferos… Después de la visita, nunca viene mal reponer fuerzas en Kinsale (meca de gourmets). Por el camino pueden encontrar lugares con nombres tan sugerentes como este:
¿Se me da un aire?
Y de Kinsale, el pueblo, no añado ni una palabra más, que me conozco y entonces sí que la liamos…
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Los españoles no tenían resaca por la "Armada Invencible" (llamada realmente La Grande y Felicísima Armada). Se les pasaron todas las penas en la Contraarmada de los ingleses al año siguiente. Cuando una flota más grande que la de Felipe II del año pasado, intentó atacar La Coruña y destruir el grueso de los restos de la Grande y Felicísima Armada, que se encontraban en reparación en los puertos de la costa cantábrica, principalmente en Santander. El segundo objetivo era tomar Lisboa y entronizar al prior de Crato, Antonio de Crato pretendiente a la Corona portuguesa, y primo de Felipe II, que viajaba con la expedición. No les salió muy bien la jugada. No se quedaron con ganas de más, y a los españoles se les pasó la resaca.
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